El presidente suspendido de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue detenido este miércoles por la mañana tras un operativo policial que duró varias horas. La detención se produce en relación con su intento de imponer la ley marcial el pasado 3 de diciembre, acción por la que se le acusa de insurrección. Cerca de 3.000 agentes participaron en este segundo intento de arresto, después de que el primero, realizado el 3 de enero, resultara fallido. Tras horas de tensión, durante las cuales miles de simpatizantes intentaron evitar su captura, Yoon decidió entregarse voluntariamente a las autoridades. En un mensaje grabado, el mandatario declaró que aceptaba comparecer "para evitar un derramamiento de sangre desagradable", aunque insistió en considerar la investigación como "ilegal". Yoon se convierte así en el primer presidente en ejercicio de Corea del Sur en ser detenido. Ahora deberá dar explicaciones ante la fiscalía anticorrupción que lo investiga por lo que se considera un intento de golpe de Estado . La crisis política en Corea del Sur, que comenzó con la declaración de la ley marcial en diciembre, ha llevado al país a una de sus mayores crisis institucionales en décadas .
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