Una controvertida actuación artística en la catedral católica de Paderborn, en Alemania, ha generado fuertes críticas y obligó a la Iglesia y a autoridades locales a disculparse por herir sentimientos religiosos.

El espectáculo, titulado "Westphalia Side Story", tuvo lugar el 15 de mayo como parte de las celebraciones por el 1250 aniversario de la región de Westfalia. Entre el público estaban presentes el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y el arzobispo local, Udo Bentz.

Durante la actuación, pollos crudos y desplumados fueron colocados en pañales sobre el escenario. Tres intérpretes —una mujer y dos hombres sin camisa— cantaron una versión de “Fleisch ist Fleisch” (“La carne es carne”), en aparente parodia de la canción “Live is Life” del grupo Opus, mientras bailaban con guadañas frente al altar.

La compañía Bodytalk, responsable del evento, explicó que se trataba de fragmentos en desarrollo de una obra inspirada en el musical "West Side Story". Su versión final se estrenará en septiembre como parte de la programación cultural del aniversario.

El cofundador de Bodytalk, Rolf Baumgart, negó que fuera una parodia religiosa: “No pretendía ser una parodia en absoluto... Westfalia es una región rural con una historia turbulenta; nuestra investigación se centró en eso”, dijo en un correo a Associated Press.

Tras la polémica, se lanzó una petición online firmada por más de 22.000 personas, exigiendo una disculpa personal del arzobispo y la reconsagración de la catedral, al considerar que fue “profanada por esta actuación”.

Más de una semana después del evento, la Asociación Regional de Westfalia-Lippe y la dirección de la iglesia emitieron un comunicado conjunto afirmando que desconocían el contenido del espectáculo. La catedral, que suele acoger eventos culturales, anunció una revisión interna y prometió evaluar con más rigor futuras propuestas artísticas.

La oficina del presidente Steinmeier no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.