El apagón histórico que vivió ayer Málaga junto al resto del país, Portugal y Francia provocó un caos total en todos los servicios de transportes, tanto urbanos como interurbanos y largas distancias, a excepción de la EMT, que mantuvo el servicio en la capital.

Los trenes de media y larga distancia se cancelaron a partir de las 12:30 y los viajeros se arremolinaron a las puertas del Vialia, que hasta la noche no pudieron acceder a la estación. También se paralizaron las conexiones en el Cercanías y el Metro de Málaga.

Ante la falta de trenes, la estación de autobuses de Málaga se llenó de pasajeros que trataban de realizar el trayecto que habitualmente hacen en tren, como ocurrió, por ejemplo, con los ciudadanos que se dirigían a Álora, Pizarra, Fuengirola o Benalmádena. Eso sí, las ventanillas de la estación de los Tilos no estaban operativas, por lo que solo se podía abonar el billete en efectivo directamente al conductor.

Junto a los autobuses, también mantuvieron el servicio público de transportes los taxis, con las mismas limitaciones de pago en efectivo.