Con la luz del día y desde el lado opuesto de la calzada vemos los vehículos. En el Volvo blanco viajaba Antonio, el subinspector de la Policía Nacional que regresaba a su casa tras acabar su turno. En el Peugeot gris, tres delincuentes de Europa del Este huían tras un asalto en Málaga. Los tres fugitivos llevaban en el maletero herramientas para forzar ventanas y puertas. Habían entrado en una farmacia de Málaga forzando los sistemas de seguridad y las cámaras para no ser grabados. No consiguieron abrir la caja registradora. Las alarmas saltaron y huyeron. Les perseguía Policía Local y Nacional y se metieron en sentido contrario en la autovía chocando de frente con el subinspector. Se investiga si el policía, experto en la lucha contra los aluniceros, intentó frenarlos al ver a los kamikazes, o no tuvo tiempo de reacción. Los compañeros insisten en que deberían ser considerados profesión de riesgo.