En enero de 2020 lo del coronavirus nos sonaba a chino, algo lejano. La investidura de Sánchez, el pin parental o el Delcygate copaban el interés informativo, aunque, el virus fue poco a poco reivindicando su espacio, eso sí sin gran alarma. Pero precisamente el último día de aquel mes saltaba la noticia. La confirmación del primer caso por coronavirus en España. Se trataba de un turista alemán en la Gomera, quien había sido contagiado en su país por una ciudadana china. Él, sus cuatro amigos y un quinto compatriota fueron sometidos a aislamiento. Los cinco primeros, en este hospital de la isla canaria. Aunque después sabríamos que el virus ya circulaba en España desde hacía semanas, éste fue el primer positivo registrado. Desde Sanidad insistían aquellos días en que nuestro país estaba preparado para cualquier eventualidad. Lo que siguió es historia aún sin terminar de escribir: tres oleadas del virus, dos estado de alarma de por medio y distintos niveles de restricciones por una pandemia que con más más 2.740.000 contagios, ha matado oficialmente a cerca de 60.000 españoles, y provocado la peor crisis económica desde la Guerra Civil. Todo eso en un año.