Un día después de que la Asamblea de la Ciudad Autónoma aprobase su retirada, con la abstención del PP y el voto en contra de Vox, los operarios procedían a desmontar la estatua. Estaba ubicada en la entrada del puerto de Melilla. La escultura se había instalado allí en 1978, tres años después de la muerte de Franco, y siempre había estado rodeada de polémica.