La imagen se repite con demasiada frecuencia: positivo en alcohol y también en otras drogas. Conducta temeraria con consecuencias mortales. La mitad de los fallecidos en un accidente de tráfico tenía restos de drogas en su organismo. Pero los datos aún van más allá. Uno de cada tres muertos conducía bajo una intoxicación severa, casi el triple de lo permitido. Con tanto consumo en el cuerpo es casi imposible cumplir las normas y tener una percepción adecuada de la realidad. Las autopsias a los peatones implicados en un accidente también reflejan datos sorprendentes. En lo que llevamos de año han muerto ya 60 peatones atropellados. El consumo de alcohol, un año más, aumenta, y el de otras drogas también.