Hace 400 años que no se producía, sólo los más privilegiados han podido disfrutar de lo que se conoce como la estrella de Belén. Es el momento en el que convergen Júpiter y Saturno y que ha coincidido con el solsticio de invierno. Se ha dejado ver durante una hora al caer el sol, y no volverá a ocurrir hasta 2040.