Qué mejor regalo para despedir lo que queda de verano que verla a ella. La luna acaparó este sábado todas las miradas. Aquí en Atenas, en Grecia, el satélite terrestre, se paseó por el Partenón, visitó las columnas del templo de Poseidón y asistió a un recital en su honor en la terraza del museo de la Acrópolis. Esta luna llena de agosto es especial no sólo por su color anaranjado y por su gran tamaño, también ha sido bautizada con el nombre de "luna esturión". Las tribus nativas del continente americano solían hacer grandes capturas de estos peces en los grandes lagos en esta época del año. Banquetes de otros tiempos, que hoy han quedado grabados en la memoria al mirar al cielo.