El helicóptero se adentra en la espesa humareda para atacar las llamas junto a la carretera. Es uno de los frentes más virulentos entre Benirrama y el cruce de Forna y una prueba visible de las características del incendio de Alicante

 “Se desarrolla con unas dificultades imposibles de atajar con la velocidad q se quisiera”, explica Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana.

Orografía complicada, vientos erráticos pero también pirocúmulos, es decir, nubes espesas formadas de agua y ceniza que dificultan la visibilidad de medios aéreso y terrestres. Durante la noche cientos de efectivos han atacado las llamas mientras en otros puntos se afanaban en crear líneas de defensa para frenar el avance del fuego. De momento sin demasiado éxito.

“No se puede entrar ni nada, hemos cortado los accesos”, cuenta Vicente Ruíz, alcalde de Famorca.

Lo mismo ocurre en otras 10 localidades desalojadas. La que divisa nuestra cámara con el fuego sobre la montaña es Benimassot, evacuada esta misma mañana. En su interior se observa el trasiego de bomberos y brigadistas. Su misión principal es evitar que las llamas alcancen un núcleo urbano, no del todo desierto