El hilo de la operación policial que desmanteló el mayor laboratorio de cocaína instalado en Europa une los cárteles de México y los de Colombia con dos narcos de Canarias, un chatarrero del País Vasco, una casa escondida en la aldea de Cotobade (Pontevedra) y una vivienda de lujo en la urbanización La Finca, a las afueras de Madrid, donde viven más famosos y futbolistas por metro cuadrado.