Lo que iba a ser un viaje rutinario de Madrid a Sevilla rumbo a la Feria de Abril se convirtió en una auténtica pesadilla para César Cadaval y su equipo. Un robo masivo de cobre paralizó la infraestructura ferroviaria y dejó a miles de pasajeros —incluido el dúo cómico— atrapados durante 14 horas en un tren a oscuras.

Fiel a su estilo, Cadaval intentó aliviar la tensión improvisando una bulería en pleno vagón:

"¿A qué hora vamos a llegar? Que nos lo diga la Renfe, ellos sí que lo sabrán..."

El humor sirvió de consuelo temporal, pero con el paso de las horas, la risa dio paso a la frustración. La experiencia, que comenzó con chistes, terminó siendo, en palabras del humorista, "lamentable".