Es un buen momento para iniciar la reforma de una vivienda

Las ayudas y subvenciones se centran principalmente en la rehabilitación energética de los inmuebles

Reforma y rehabilitación de viviendas.

Reforma y rehabilitación de viviendas. / SHUTTERSTOCK

VERÓNICA SEDEÑO

Decantarse por la vivienda usada tiene una serie de ventajas. La primera de ellas suele ser el precio, dado que esta tipología suele ser más asequible que la obra nueva. Sin embargo, detrás de un precio atractivo suele esconderse la necesidad de realizar reformas para adecuar esa casa a los criterios de aquellos que la habitarán. Este factor es decisivo para averiguar si realmente merece la pena comprar y reformar una vivienda usada.

En un primer vistazo, las actualizaciones estéticas saltan a la vista, como pintar las paredes o cambiar el suelo, pero en una primera toma de contacto también podremos saber si habrá que reformar la cocina y el baño. Lo que no vemos es aquello que más incertidumbre genera, es decir, la instalación eléctrica o la fontanería. Por último, tampoco hay que pasar por alto ciertas actuaciones encaminadas a mejorar la eficiencia energética de la vivienda, como el aislamiento o el sistema de climatización.

Rehabilitación energética de viviendas

Según el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, existen cerca de 5,5 millones de edificios residenciales en España y unos 9,7 millones de viviendas principales son anteriores a la entrada en vigor de la primera normativa reguladora de las condiciones térmicas de los edificios en 1980. Es por ello que la rehabilitación energética es más prioritaria que nunca en estos momentos. Además, la entrada de los fondos Next Generation a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, dotado de 6.820 millones de euros, tienen la intención de revertir la situación y dar una serie de ayudas públicas para suavizar el coste a particulares y comunidades de propietarios.

Lo esencial es que se expida un certificado energético antes de empezar las obras y otro al término de las mismas, dado que hay que justificar los ahorros energéticos ante las autoridades competentes para recibir las ayudas. Otra de las ventajas que hacen que ahora sea un buen momento para hacer una rehabilitación energética es que no solo se podrán beneficiar las viviendas habituales, sino también las que estén alquiladas. En cuanto a las comunidades, cada vecino podrá desgravarse en función de su cuota de participación.

Ayudas y subvenciones para la rehabilitación de viviendas

Por otro lado, las subvenciones obtenidas para la ayuda a la rehabilitación concedidas en virtud de los distintos programas no se tienen en cuenta para la aplicación de los beneficios fiscales, es decir, están exentas del pago en el IRPF. Lo que sí es importante remarcar es que, de operarse varias obras, deberán hacerse por separado para que cada una de ellas reciba el incentivo fiscal correspondiente.

En cuanto a los programas, el primero se aplica a viviendas que rebajen hasta un 7% su demanda de calefacción y refrigeración. La deducción sería del 20% con un máximo de 5.000 euros anuales. La segunda es también para viviendas particulares y se tendría opción a ella siempre que se reduzca el consumo de energía no renovable un 30% o se alcance la calificación energética A o B. En este caso, la deducción sería del 40% con un máximo de 7.500 euros anuales. El tercero vale para los mismos supuestos, pero para edificios residenciales en su conjunto. Aquí la deducción sería del 60% con un máximo de 15.000 euros anuales.