Educación

Renovación de aire en las aulas: Guía para la ventilación en la vuelta al cole

Realizar actividades en el exterior, recurrir a la ventilación natural o forzada, y utilizar sistemas de purificación del aire son las principales recomendaciones del Ministerio de Ciencia e Innovación

Renovación de aire en las aulas: Guía para la ventilación en la vuelta al cole.

Renovación de aire en las aulas: Guía para la ventilación en la vuelta al cole. / Ferrán Nadeu

J.E.

La vuelta al cole genera un año más numerosas dudas, que en estos últimos años han estado especialmente relacionadas con la crisis del coronavirus y las medidas necesarias para evitar, en la medida de lo posible, que se produzcan contagios en las aulas.

Escolares y profesores compartirán durante un importante número de horas espacios comunes, y por ello es importante vigilar ciertas normas, ya de sobra conocidas por todos, como la higiene de manos, el uso de la mascarilla o, en la medida de lo posible, la distancia interpersonal.

Más allá de lo que individualmente deba hacer cada integrante de la comunidad educativa, hay una serie de prácticas que la gestión de cada centro debe realizar para tratar de minimizar los riesgos, y entre ellas cabe destacar la ventilación de todos los espacios.

Una guía elaborada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y publicada el pasado mes de octubre permite conocer las principales recomendaciones, siguiendo un diagrama de flujo a través del cual se observan las posibles medidas a adoptar.

1- Actividades en el exterior

Cuando sea posible, siempre será preferible realizar actividades al aire libre en lugar de en recintos cerrados, dado que el viento diluye la concentración de las partículas emitidas por una persona y las arrastra fuera del entorno. El uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia y las medidas de higiene siguen siendo necesarias en este tipo de actividades.

2- Ventilación natural

La solución consiste en aumentar la renovación de aire interior con aire exterior sin utilización de instrumentación, es decir, abriendo ventanas y puertas para provocar un flujo de aire. Si la actividad ha de ser en interior es preferible en aulas con esta posibilidad, especialmente utilizando la ventilación cruzada, esto es, ventanas y puertas en lados opuestos, al ser más efectiva que la apertura en un solo lado y por tanto preferible.

3- Ventilación forzada

Cuando la ventilación natural no es suficiente, se debe recurrir a otros sistemas para la renovación de aire. La ventilación forzada puede ser de dos tipos: individual o centralizada. En el primer caso, se puede hacer introduciendo aire del exterior (impulsión) o tomando aire del aula y sacándolo (extracción). La toma o salida de aire puede ser por la ventana, el techo, o algún orificio específico a este fin. Puede haber además un punto de extracción de aire en una zona común, como un pasillo, que sirva para varias aulas. Por su parte, la segunda opción consiste en la utilización de sistemas de ventilación centralizados, es decir, comunes para todo el edificio o gran parte de él.

4- Purificación de aire

Esta es la opción que hay que tomar cuando no hay posibilidades de ventilación natural o forzada, o bien estos sistemas no son suficientes. La solución consiste en utilizar un purificador para eliminar las partículas susceptibles de contener virus del aire interior. Se puede utilizar más de un purificador hasta sumar el caudal necesario. La ubicación del sistema debe ser en el centro del aula en la medida de lo posible y evitando que sople directamente a sus ocupantes. El sistema más eficaz es la filtración, que consiste en hacer pasar el aire ‘contaminado’ a través de un filtro de alto rendimiento, como los filtros HEPA. No son recomendables los sistemas con ionizadores o producción de ozono.

En general, para revisar si las medidas son eficaces, se puede recurrir a herramientas como los medidores de CO2, que permiten conocer si el aire está suficientemente renovado y limpio.