Gripe
Hablamos con el Dr. Goran Ristic, Jefe de Pediatría del Hospital El Pilar de Barcelona
Un “catarro o resfriado común” es el nombre coloquial que se le da a un cuadro agudo de las vías respiratorias superiores. La mayoría de estos procesos son debidos a infecciones por virus, originando síntomas de tipo general como malestar general o dolores musculares, y que se acompaña de otros síntomas respiratorios: mucosidad nasal, tos o dolor de garganta. Puede, a veces, aparecer algo de fiebre, no muy alta.
Al ser un proceso vírico, hay que tener en cuenta que una porción importante de los virus con síntomas respiratorios, se reproducen y crecen mejor con la bajas temperaturas del invierno.
El diagnóstico de los catarros es por sus síntomas, sin que se necesite ninguna prueba concreta. A veces es difícil de diferenciar de una gripe. En esta última está presente la fiebre más alta y, de forma destacada, los dolores de cabeza y musculares. Se pueden realizar analíticas para confirmar que es una gripe, pero solo en casos especialmente complicados.
Sí porque son diversos tipos de virus y cada uno de ellos puede originar enfermedad.
Como norma general se consultará al personal sanitario siempre que los síntomas que todos conocemos como habituales se presenten de una forma excepcional: la fiebre alta o de mucha duración; cuando se dé alguna característica especial de los niños, por ejemplo que sea un lactante pequeño; cuando aparezcan síntomas atípicos: por ejemplo, supuración en un oído. Y siempre que aparezca dificultad respiratoria, manchas color sangre en la piel (petequias), una relevante presencia de vómitos o aspecto de enfermedad severa en el niño.
No existen tratamientos con fármacos para este tipo de infecciones, pero en determinadas situaciones o ante determinadas complicaciones, el personal sanitario pude utilizar medicación.
Al tratarse de infecciones víricas no se curan con antibióticos y, en determinadas ocasiones, dan origen a complicaciones, como es el caso de las importantes manchas/inflamación de la piel del tratamiento de una mononucleosis (se trata de otro virus) con tratamiento antibiótico.
La duración es breve en cuanto al número de días, pero algunos síntomas pueden llegar a dura hasta 7 días.
Los consejos más importantes en el caso de padecer un catarro son: el niño requerirá más descanso; si tiene fiebre o la intensidad del cuadro catarral es importante no acudirá a su escuela infantil, ni a la guardería.
La alimentación será lo más completa posible, fundamentándose en frutas y verduras. La ingesta importante de líquidos será beneficiosa y también la humedad ambiental en determinados cuadros y momentos.
Enseñar a los niños más mayores a utilizar pañuelos desechables, así como a taparse la nariz al toser y/o estornudar, son hábitos importantes a desarrollar en todos los niños.
La utilización y utilidad de los remedios caseros también pueden ser comentados con el personal sanitario, en alguna visita de revisión del “niño sano”.
Hablamos con la Dra. Inmaculada Bodegas, pediatra del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
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