Michael Tweehuijsen, holandés que acumula una experiencia de algo más de 11 años como guía turístico del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, fue la última persona que se cruzó con el cicloturista inglés Gordon Simm, justo antes de que se denunciara en Nerja su desaparición, hace ya nueve días.

Después de largas jornadas de búsqueda, en las que este empresario afincado en el municipio nerjeño no ha dejado de colaborar con agentes de la Guardia Civil y bomberos para peinar algunas de las cumbres más elevadas de la Axarquía, su mensaje es un tanto desolador: «Tenemos pocos días para encontrarlo, por mucho que este aficionado me confesara que hace unos ocho meses estuvo en el Mont Blanc y que tuviese conocimiento de cómo son las montañas de esta zona. Yo mismo intenté convencerlo, hace dos miércoles, de que no hiciera el recorrido. Era mucho más peligroso de lo que parece sobre el mapa».

Para este residente hay bastantes personas «que se toman como un juego lo de subir en verano a la Sierra Almijara». Y es lo que le indicó a Gordon: « Le dije que no subiera por ahí hasta el límite con Granada. Que procurara en todo caso no dejar el cauce de los barrancos y ríos y que no se aventurara a pasar por sitios con desfiladeros como los que hay allí, arriba del todo. Pero cuando me lo crucé en plena subida en bicicleta temí que no me hiciera caso».

Tweehuijsen agrega que es imposible permanecer en estas fechas más de diez días en estas montañas. «Lo normal es que a los cinco días de estar bebiendo agua del río caigas enfermo, sufras diarrea y te entre fiebre», relata. Y apunta otro aspecto preocupante que el pasado viernes observó en la montaña: «Era ya bastante tarde y les dije a los guardias civiles que había unas cuarenta aves rapaces haciendo círculos. Me acordé de que estos días también vi dos zorros a unas cotas a las que no suelen subir ahora en verano».

«No quiero pensar en lo peor –explica–. Pero pasan los días y con la preocupación le das vueltas a todo. Es muy peligroso subir solo hasta casi 2.000 metros. Te pasa lo que sea y no puedes reaccionar».