¿No se cansa de torear?

No, el toro ha sido mi vida desde pequeño, y es la profesión más maravillosa del mundo. Lo que pasa es que los años no pasan en balde, y en la vida uno empieza a tener otros alicientes y responsabilidades.

Pero no faltará en las próximas Fallas.

Por supuesto que no. Bueno, la empresa me tiene que contratar. Todavía no hemos hablado, pero seguro que no habrá ningún problema y estaremos el día de San José en el portón de cuadrillas. E igual en febrero mato un festival en Requena.

Parece que las cosas últimamente no le han salido bien.

Lo cierto es que en los últimos años no he tenido suerte con los toros y las cosas no han funcionado como yo hubiera querido.

El peso de la púrpura, ¿se siente?

Hombre, estar tirando del carro año tras año es duro. Por el compromiso, por la responsabilidad por estar bien todas las tardes, por la competencia. Y la gente empieza a tenerle a uno muy visto.

En México el otro día le dijeron de todo.

Siempre me han tratado muy bien. Lo que pasa es que ahora, debido a la televisión, se ven allí corridas de Madrid, Bilbao, y eso hace que algunos quieran un toro fuera de tipo, y eso les confunde. Aquel día se enfadaron conmigo sin razón, ya que estaba matando un toro de regalo. No pasa nada, seguramente volveré el 5 de febrero.

¿La televisión es buena o mala para la fiesta?

Yo soy partidario de que se televisen los festejos. Es bueno y positivo, y clave para promocionar la fiesta, pero seleccionando la calidad y siempre que se controlen y respeten nuestros derechos de imagen.

Hablando de imagen, el G 10 ha acabado como el rosario de la aurora.

Porque se ha transmitido un mensaje manipulado de lo que queríamos. Nuestro objetivo era defender la fiesta, nuestros intereses. Buscar soluciones, como el paso del Ministerior del Interior a Cultura, o que bajaran los cánones de las plazas. La unión de los toreros es complicada, ya que cada uno tiene sus intereses.

¿Y qué me dice de la crisis?

Que nos afecta y mucho. Ha bajado el número de festejos de forma brutal. Muchas plazas ahora ya no son rentables y hay que tratar de reciclarse para el futuro.

Usted también va a torear menos.

Mi intención es no pasar de las 35 ó 40 corridas. Bajar la cantidad y primar la calidad.

Y ahora, un nuevo libro.

Ya es el cuarto. Queremos reflejar no sólo mi tauromaquia, sino también mi personalidad, mis vivencias, mi gente.