El creador de Airbag, Juanma Bajo Ulloa (Vitoria, 1967), rompe once años de silencio cinematográfico con Rey Gitano, un regreso a su faceta más cómica y gamberra en la que repite con Karra Elejalde y Manuel Manquiña, ahora convertidos en dos detectives privados en horas bajas.

Rodada el verano pasado entre el País Vasco y Málaga y con un malagueño -Dylan Moreno-?como productor, Rey Gitano llevará a los cines, a partir del próximo 17 de julio, un humor disparatado inspirado en la España más «chapucera» y «pícara», y con referentes a aquella comedia de los 90 que se convirtió en película de culto, explica su director.

«La primera chispa de Rey Gitano saltó el día que vi a Karra y Manuel juntos en el plató de Airbag. Se paralizó el rodaje. Eran dos energías tan poderosas y tan cómicas que hasta los eléctricos paraban de trabajar para ver qué hacían», recuerda. «Desde entonces he querido hacer una película con ellos como protagonistas», prosigue. La otra razón que le ha impulsado ha sido sencillamente la lectura de la prensa diaria. «El pícaro de toda la vida, desde el Siglo de Oro español, lo tenemos ahora a diario en los periódicos», afirma.

En Rey Gitano, ese pícaro es Arturo Valls, un gitano golfo y seductor que recurre a la pareja de detectives fracasados para encargarles una misión relacionada con el futuro de la monarquía española.

Manquiña y Elejalde aseguran que el filme no es para nada un Airbag 2, ni en ritmo ni en narrativa, aunque tiene elementos del universo de su director y guionista. «Es el mundo de Juanma -dice Manquiña-: chicas descocadas, comedia gamberra. Si bien es cierto que el país ha cambiado y quizá las cosas que podían ser provocadoras en los 90 ahora no lo son. Igual tú te crees muy gamberro y hay otros más jóvenes con propuestas más gamberras que las de unos señores de 60 años, las cosas como son», comenta.