Hay muchas ganas de ópera en Málaga. La XXVIII Temporada Lírica del Teatro Cervantes abre el telón mañana con el estreno de un singular montaje de Nabucco que traslada la tragedia de Verdi a la bombardeada Siria actual. La expectación por el estreno ha sido tal que se ha colgado prácticamente el cartel de no hay billetes en las dos funciones -mañana y el domingo- por lo que el Cervantes, una de las productoras de la ópera, tuvo a bien, «y como medida excepcional», abrir las puertas del ensayo general para todos aquellos que no fueron lo suficientemente rápidos a la hora de pasar por taquilla. Pero sí fueron veloces para recoger las invitaciones para asistir a la singular cita de anoche: en minutos se agotaron todas las localidades, gratuitas -en los palcos de platea, primero, segundo y butacas de segundo y tercero-, para ver y oír el ensayo de la OFM y el Coro de Ópera de Málaga, bajo la dirección de Arturo Díez Boscovich y Salvador Vázquez. Los espectadores quedaron anoche encantados con la idea de la dirección del Cervantes, que ha permitido optimizar la que normalmente es una función técnica, invisible.