Exposición

Museo Picasso: Joel Meyerowitz vuelve a Málaga

A mediados de los años 60 del siglo pasado, el joven fotógrafo del Bronx Joel Meyerowitz recaló seis meses en Málaga, donde convivió con una familia gitana, los Escalona. Con ellos aprendió a mirar de una manera particular y a captar lo que tenía enfrente de una forma perspicaz y vitalista

Casi 60 años después, el Museo Picasso Málaga recuperará algunas de esas instantáneas del hoy fotógrafo de fotógrafos en una inminente exposición que se inaugurará en junio

Málaga, 1966.

Málaga, 1966. / © Joel Meyerowitz

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Joel Meyerowitz trabajaba en una agencia de publicidad hasta que un día, tras asistir a una exposición de Robert Frank, decidió ser fotógrafo. Cuando se lo dijo a su jefe, éste le preguntó si tenía una cámara y como le respondió que no, le regaló una Pentax que luego cambió por una Leica. Desde entonces, se dedicó a recorrer varias veces al día la Quinta Avenida con su pequeña cámara. Pero pocos años después el espíritu del cazador en la gran urbe dio paso al del paseante que observa lo que tiene a su alrededor. Meyerowitz se embarcó en un viaje por carretera que le llevaría a recorrer Europa durante todo un año; se instaló en Málaga por espacio de seis meses y entabló amistad con los Escalona, una de las familias flamencas tradicionales de la ciudad. A lo largo de su estancia en Málaga, Meyerowitz hizo 8.500 fotografías e infinidad de grabaciones de alta calidad de espectáculos de flamenco a los que asistía. Ese legado volverá a Málaga en junio con 'Joel Meyerowitz. Europa 1966-1967', la exposición que el Museo Picasso Málaga inaugurará el próximo mes de junio.

Aquel joven del Bronx recaló en la Málaga de aquellos años sesenta del franquismo españolísimo se dio cuenta de varias cosas: «Tenía 28 ó 29 años, venía de Estados Unidos y en España me di cuenta de lo que era vivir en una dictadura por la influencia que tenía la Guardia Civil, el Ejército, la Iglesia en la vida de la gente. También me di cuenta de que España es un país de gente que vive en la calle», ha recordado el fotógrafo en alguna ocasión.  Durante seis meses Joel Meyerowitz entabló una relación muy estrecha con gitanos: «Viví con una familia gitana en el barrio 26 de Febrero [en la zona de Palma-Palmilla] con nueve hijos repartidos en cuatro habitaciones y la madre cocinaba en una cocina de carbón que le traía un hombre del campo... Era todo aún muy primitivo. Durante seis meses viví con ellos, comía con ellos, mi mujer hacía música con ellos...».

París, 1967.

París, 1967. / © Joel Meyerowitz

Meyerowitz asegura que en Málaga descubrió que iba ser un hombre y un fotógrafo: «Mi experiencia española me ayudo a entender lo que era ser un artista. Fue muy bonito». Tras regresar a Nueva York, realizó su primera exposición individual en el MoMA en 1968 (que incluyó cuarenta fotografías tomadas desde la ventanilla de su coche durante su viaje por Europa), y el resto es historia. 

Amplia muestra

La inminente retrospectiva del Museo Picasso Málaga, que presentará copias de época de gran formato, en color y en blanco y negro, ofrecerá una amplia muestra de los viajes del neoyorquino por Inglaterra, Gales, Irlanda, Escocia, Francia, España, Alemania, Turquía, Grecia e Italia, centrándose en la importancia de su prolongada estancia en Málaga, con varios retratos de personajes locales, momentos únicos captados en escenas cotidianas en la calle, paisajes urbanos y naturales, y fotografías tomadas desde el interior de su coche en movimiento. Instantáneas todas que nos reconciliarán con unas maneras de vivir la ciudad ya perdidas: «Los teléfonos móviles y los smartphones han cambiado para mí su sentimiento. En los 60, en los 70, los 80 e incluso en los 90 la gente caminaba por la calle e iban hablando unos con otros. Ahora, en cualquier ciudad del mundo, de cada diez personas seis van con su teléfono mirando fotos o vídeos, enviando textos... La ciudad se ha vuelto muy poco interesante de fotografiar por culpa de los móviles». Palabra de Meyerowitz.