La Catedral de Málaga terminará esta misma semana la ´puesta a punto´ del pararrayos que corona la torre del templo. Una operación necesaria tras esta intensa época de lluvias.

Como cuenta a La Opinión el aparejador del templo, Fernando Ramos, "los rayos han caído insistentemente sobre la Catedral porque el equipamiento eléctrico, al electrificar las campanas, creaba un ambiente de densidad estática y magnética muy fuerte que atrae los rayos y ha habido que reforzar el pararrayos".

El pararrayos es una varilla metálica colocada sobre la veleta de la Catedral, situada sobre la linterna de la torre. El emplazamiento del pararrayos es muy importante, destacó el aparejador, ya que no se puede dejar desprotegida la veleta del siglo XVIII, uno de los últimos ´remates´ de esta obra inacabada.

El reforzamiento del pararrayos evitará casos como el reciente de la iglesia de San Pablo, en La Trinidad, que durante la tromba de agua del pasado 7 de enero recibió un rayo que destrozó la veleta, "por no estar protegido el pararrayos".

La propia Catedral de Málaga recibió por esta causa la descarga de un rayo hace dos años, cuando se introdujo por el eje del reloj "y el reloj de la Catedral estuvo parado tres meses".

Ramos precisó ayer que aunque las obras se iniciaron la semana pasada, las lluvias intermitentes de estos días impidieron trabajar encima del cupulín. "A lo largo de la semana estará terminado si nos dejan las lluvias", señaló. Además, explicó que la veleta se dejará suelta para que ´señale´ los vientos.