La barriada de La Noria ha pasado de las quejas sistemáticas por la mala situación de estas 140 casas mata de alquiler, en Churriana, a los juzgados. El presidente de la asociación de vecinos, Juan Martínez, informó a La Opinión de que ha presentado una denuncia contra la Junta de Andalucía por lo que considera dejación de funciones en el mantenimiento de estas VPO de alquiler. Los inquilinos pagan por ellas unos 50 euros al mes.

Construidas en 1993 por la constructora Sando, a los dos meses, con las primeras aguas, los vecinos ya se quejaban de las goteras. «Entraba agua como un colador por la fachada y los alicatados estaban caídos», recuerda Juan Martínez, que señala que las viviendas fueron entonces reparadas.

Para el responsable vecinal, los problemas que sufre la Noria vienen de una mala construcción de la barriada, algo que los vecinos padecen sobre todo con el saneamiento, que es uno de los motivos de la denuncia.

«¿A quién se le ocurre en unas casas mata que haya una arqueta para dos vecinos?», se pregunta, y añade que la pendiente de las tuberías tampoco es la adecuada, lo que se traduce en constantes atoros. «Además, cada vez que llamamos a Emasa nos dice que el atoro está en terreno privado y tenemos que pagarlo nosotros», explica.

Sin embargo, el problema principal, muy relacionado con el anterior, es que no hay forma humana de acceder al saneamiento, algo que el presidente vecinal considera una verdadera chapuza. «Es el tema más gordo, no hay acceso al subsuelo, cada vez que hay una avería hay que llamar al fontanero, tiene que hacer un boquete y taparlo».

De alguna de esas ocasiones, Juan Martínez ha podido hacer fotografías y el estado de las tuberías –sin revisar en 20 años y sin poder acceder a ellas con facilidad– es preocupante, como muestra en varias instantáneas. «Es el gran problema, no hay acceso, así que cuando se rompe alguna tubería de Emasa el vecino se entera cuando le llegan 2.000 o 3.000 euros de gastos», cuenta.

Juan Martínez señala que, tras numerosas denuncias, en 1997 la Junta de Andalucía rehabilitó algunas zonas de las viviendas, cambiando cocinas y reforzando las cubiertas, «pero los saneamientos no los han tocado». Finalmente, en enero de este año la Delegación de Vivienda comenzó a arreglar los saneamientos, sin embargo, las obras se pararon muy pronto y como denuncia la asociación de vecinos, «nos dijeron que no había más dinero y al final han arreglado 14 viviendas de un total de 140».

Un segundo aspecto de la denuncia recuerda que las fachadas de La Noria deben ser impermeabilizadas con un producto, que la empresa Cerca se encargó de aplicar en 1997. «El ladrillo absorbe ese producto y en invierno escupe el agua, la duración es de diez años y la Junta tenía que haber aplicado este producto pasado 2007», recuerda Juan Martínez, que cree que la Junta también debía haber reclamado a la constructora y no dejar que pasara el periodo de garantía.