La Fiscalía Anticorrupción se despacha a gusto en el escrito en el que se opone a prorrogar el periodo que tiene José María del Nido para entrar en la cárcel. De hecho, insiste en que su condena es por malversación de caudales públicos y, por tanto, «por su participación en el expolio sufrido por el patrimonio municipal del Ayuntamiento de Marbella» en la época en la que era gestionado por el GIL.

Si no entrase ya en la cárcel, ello podría tener «un efecto desmotivador en el sentir ciudadano, pues pondría en tela de juicio la necesidad del cumplimiento de las resoluciones judiciales firmes».

De cualquier forma, Del Nido lleva meses dotando a su discurso de un tono de asunción de la responsabilidad y de arrepentimiento puesto que su fin es ahora luchar por el indulto, y ello pasa indudablemente por reconocer que participó en el saqueo marbellí.

En una entrevista publicada el pasado 28 de enero asumió su culpabilidad y pidió perdón por su error imperdonable. «Pido disculpas por haber cometido ese error imperdonable de haber creído que actuaba bien. Quedan recursos, pero sobre la base de la asunción de culpabilidad porque no vale luchar contra lo que dice el Tribunal Supremo».

En concreto, su error fueron 79 minutas cobradas durante su labor como abogado del Ayuntamiento de Marbella, facturas infladas o que reflejaban trabajos inexistentes, según declararon probado en su día el Tribunal Supremo y la Audiencia Provincial. Esos trabajos fueron encomendados por Julián Muñoz, entonces alcalde de Marbella. El expresidente del Sevilla aseguró que su máximo interés es pagar al Ayuntamiento de Marbella.