Los últimos tres años de gobierno municipal de Francisco de la Torre son, sin duda, los más grises de su largo mandato. La crisis económica, el desgaste político y otros factores lastran un mandato con más sombras que luces, aunque en el debe presenta también una larga lista de promesas cumplidas, como recuperar para la ciudad el Campamento Benítez como parque ciudadano, o proyectos nuevos como el Centro Pompidou y el Museo Estatal Ruso en Tabacalera. Los principales errores se han producido en la gestión de asuntos conflictivos como el convenio y plan de ajuste de Limasa, con huelga incluida en Semana Santa, o la polémica gestión del cambio en las tarifas del agua, un sistema más justo pero que tuvo que rectificar hasta en cuatro ocasiones.

Más información en la edición impresa de hoy domingo de La Opinión de Málaga.