A la tienda de la calle Rafaela, 3, junto a la calle Pelayo en La Trinidad, acuden muchas personas en busca de sabores perdidos, algunos desde la infancia como la crema de cacao o los palotes, pero también mozzarellas y pizzas.

Este reencuentro con alimentos que desaparecieron por súbitas alergias, intolerancias a la lactosa o diabetes es posible gracias a sinalérgenos, un establecimiento pensado para personas con un amplio abanico de intolerancias alimentarias.

La propietaria de sinalérgenos, la malagueña María del Mar Ramírez, de 27 años, es una de ellas. «Descubrí hace un año que era celiaca, así que soy intolerante al gluten, que aparte de en el pan o la pasta está presente en muchos sitios: bollerías, dulces, pero a lo mejor también en una simple mayonesa o en el ketchup», cuenta. María del Mar es terapeuta ocupacional y estuvo trabajando en el campo de la salud mental hasta que con la crisis fue disminuyendo el trabajo y un buen día se cruzó en su vida una cabalgata de reyes: «El año pasado vi en Canal Sur a Teresa Morón, la responsable de la franquicia sinalérgenos, que había donado una parte de los caramelos de la Cabalgata de Reyes de Sevilla. Contacté con ella porque me interesaba mucho».

La malagueña cumplía además con uno de los requisitos que pone esta reciente franquicia: los responsables de las tiendas tienen que tener intolerancia a algún alimento o bien un familiar directo, «para tener más empatía con el negocio».

«Tiendas tan especializadas como esta no hay en Málaga», explica y detalla que hay muchísimos tipos de intolerancia a los alimentos: al gluten, a la proteína de la leche, al huevo, alérgicos a los frutos secos o al maíz, diabéticos, dietas bajas en proteínas o con el síndrome de Hana.... «Si hacen falta productos específicos se consiguen», cuenta.

En la tienda de La Trinidad se pueden encontrar alimentos para personas con este tipo de intolerancias o alergias: pizzas, galletas, arroces, harinas, yogures sin proteína de la leche, salchichas y hamburguesas para veganos....

María del Mar señala que también tienen un obrador propio con el que poder hacer galletas, cupcakes (magdalenas artísticas) y otro tipo de repostería, incluidas tartas de boda y comunión. Además, ella misma se encarga de realizar tartas de chucherías y cuenta con un kiosco de chuches para llevar a los cumpleaños.

Otra cosa importante, subraya la malagueña, es que los productos no contienen nada de lo que provoca cada tipo de intolerancia. «Hay otros que, por ejemplo, anuncian que no llevan gluten pero tienen un porcentaje mínimo. La materia prima de esta franquicia no y lo que dice que no lleva huevo, no lleva ni rastro de huevo».

En estos primeros días están acudiendo clientes como esa madre con cuatro hijos celiacos «y bastantes veganos que buscan productos ecológicos y más naturales». Además, María del Mar ha recibido formación para poder orientar sobre todo tipo de alergias e intolerancias y no sólo sobre su problema con el gluten.

Con la tienda dando los primeros pasos, está en contacto con hoteles y colegios para ofrecer charlas y también tiene actividad en las redes sociales, en las que irá colgando tutoriales, recetas y noticias sobre estos trastornos alimenticios que ya cuentan con un sitio donde poder dribrarlos y recuperar esos sabores perdidos.