La malagueña Francisca Serrano se dedica desde hace años al denominado trading bursátil -compra y venta de valores a corto plazo en busca del beneficio rápido- y a la formación de nuevos traders con cursos presenciales y online que imparte en su escuela tradingybolsaparatorpes.com, por los que ya han pasado en España más de 1.000 alumnos. Serrano, que desarrolla su labor en el mercado de futuros de Estados Unidos, presenta hoy en La Casa del Libro de Málaga su último libro, Day trading y operativa bursátil para Dummies, de Planeta.

¿Qué es un trader?

Es un jornalero bursátil, una persona que echa varias horas al día para sacarse un sueldo con la Bolsa mediante inversiones a corto plazo. Yo planteo que esta ocupación se desarrolle como un plan B al margen de la profesión que tenga cada uno, un segundo trabajo con el que puedes sacar un dinero complementario. Con la formación adecuada y trabajando unas horas desde casa, si lo haces muy bien, te puedes sacar entre 30 y 50 euros al día (luego hay que descontar impuestos) aunque habrá jornadas donde pierdas dinero o ganes mucho menos. Esto no es para hacerse rico, de hecho sólo un 3% de los traders lo logra. Es una ocupación alternativa a tu trabajo para asegurar unos ingresos extra.

¿Qué hace falta?

Un ordenador, una conexión a internet de primera calidad y entre 3.000 y 5.000 euros iniciales para tus inversiones, aunque todo depende del instrumento con el que trabajes (acciones, futuro, etc). También necesitas un broker o intermediario que te facilite el acceso a la Bolsa. Y por supuesto, el conocimiento para operar. Es necesario formarte para entender cómo funciona el mercado.

¿Y cómo se desarrolla en concreto la actividad?

Un trader debe tener un horario de trabajo. Por ejemplo, de 15.30 a 17.30 horas, que es cuando aquí abren los mercados americanos. El trabajo es analizar los gráficos y ver las posibilidades de inversión en los diferentes valores. Y debes ponerte unos límites para salirte de una inversión. El trader es la persona que sabe cortar pérdidas y dejar correr las ganancias. Todo eso hay que aprenderlo a través de una formación adecuada. Nuestros cursos, en concreto, duran unos nueve meses y a través de simuladores tratan de que cada persona alcance un 70% de beneficios frente a un 30% de pérdidas. En ese tiempo aprenden a estrellarse y a depurar su técnica para invertir.

¿Qué perfil de personas deciden dedicarse a esto?

Muy variadas. Yo he formado ya a más de 2.000 personas (1.000 en España y el resto sobre todo en EEUU y Latinoamérica) y encontré perfiles de todo tipo: ejecutivos, pilotos de avión, panaderos, dependientes o pintores.

Se diría que son, en todo caso, inversiones de carácter especulativo y arriesgadas.

Yo siempre digo que no juego en Bolsa sino que opero en ella. Jugar es tirar una moneda al aire pero para invertir hace falta un método y un conocimiento. El problema en España es que no tenemos suficiente cultura financiera y en otros países sí. En Estados Unidos hay muchos jóvenes que operan en Bolsa desde los 18 años con los conocimientos adecuados. Aquí, en cambio, no existe esa formación. Personas como yo somos pioneras y eso que empecé a interesarme por este mundo con más de 30 años.

¿Cuál es su profesión?

Estudié Derecho y aprobé a inicios de los 90 unas oposiciones a la Junta de Andalucía. He estado 24 años trabajando en diferentes ámbitos de Asuntos Sociales en Granada (nada que ver, por tanto, con la Bolsa), aunque fui reduciendo horario todo lo que pude a medida que me interesé por el tema de los traders. Desde hace dos años me dedico en tiempo completo a las inversiones bursátiles y a la formación de nuevos traders aunque mantengo mi plaza en excedencia.