Desahucio definitivo en la plaza del Siglo. La Diputación dio ayer el último paso para rescindir el contrato del Museo Taurino con el coleccionista Juan Barco. La comisión informativa de la institución provincial aprobó, por unanimidad de todos los grupos políticos, iniciar el procedimiento pertinente para poner fin a la relación contractual por impago con el coleccionista privado. Hasta el mes de diciembre, Barco acumulaba una deuda de 153.658 euros por no satisfacer el pago del canon.

De esta manera, la rescisión será incluida como un punto en el orden del día en el próximo pleno, que se celebrará el lunes de la semana que viene, y saldrá adelante con el voto a favor de todos los partidos con representación en la institución. Eso no significa, sin embargo, que el Museo Taurino tenga que cerrar sus puertas de forma inmediata, ya que se abre un plazo de alegaciones. En todo caso, y a pesar de que el propio Barco aseguró en su momento que pagaría la deuda pendiente, fuentes de la Diputación informaron a este periódico de que se trata de un paso definitivo.

La deuda acumulada del coleccionista taurino, que también explota un restaurante en la terraza del edificio y una tienda en la planta baja, se debe a la falta del pago del canon entre los años 2015 y 2016. Además, Barco acumula también facturas por no pagar el suministro de electricidad y agua. El coleccionista también adeuda el pago del IBI.

Desde su apertura, la historia del museo ha venido acompañada de numerosos sobresaltos. En el informe presentado en su momento por la Diputación, también se adelantó la intención de que la fianza entregada por Barco sirva para saldar parte de la deuda acumulada.

Sobre un posible uso futuro para el edificio, no ha trascendido aún información alguna. Cabe recordar que el edificio es propiedad de la Diputación.