Durante las dos primeras semanas de julio, varios nietos de Monte Dorado pudieron agradecer a sus abuelos tantos buenos ratos y sacrificios. Como explica Miguel Campos, expresidente vecinal, «los nietos se encargaron de tirar la basura». La otra alternativa era obligar a estos mayores del barrio a depositar la basura 300 metros cerro arriba: de la calle Oboe a la calle Pasión.

En esos quince días, el Ayuntamiento de Málaga retiró el contenedor de la calle Oboe, al aducir que el camión de basura no podía maniobrar bien porque los vecinos obstruían las curvas de la calle con sus coches mal aparcados.

Las aguas volvieron a su cauce, y con ellas el contenedor, tras la visita del director de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, el pasado 18 de julio, junto con varios técnicos, para examinar el problema.

«La conclusión siempre es la misma, la culpa la tenemos los vecinos. Bien, pues vamos a llegar a un acuerdo: vamos a colaborar todos», cuenta Miguel Campos. Con la colaboración de José María Lobera -el vecino que por cierto puso el nombre al barrio a comienzos de los 80- han hablado con dueños de coches y colocado carteles informativos en los mal aparcados para evitar que el camión de la basura vuelva a tirar la toalla. Se trata de que no aparquen en las zonas más complicadas de la calle entre las 7.30 y 9.30 de la mañana. «Se da un margen amplio porque el camión suele pasar sobre las 8», apunta Miguel.

En todo caso, también han propuesto al Ayuntamiento el empleo de camiones pequeños para la recogida: «En Mangas Verdes hay un camión pequeñito donde antes pasaba con muchísimas dificultades».

Los vecinos también ha pedido la colaboración del distrito de Ciudad Jardín para que coloque carteles en los que alerte a los conductores de facilitar el giro de los camiones de Limasa, «pero nos han dicho que hasta que no se haga el Peri del barrio no se hace nada», lamenta José María Lobera. Como subraya Miguel Campos, la calle Oboe termina en un tramo terrizo en el que el camión debe dar la vuelta. «Esta mañana (por el pasado martes) vi que el camión tuvo dificultades y puse un cartelito a un coche aparcado allí», cuenta.

Con las medidas de precaución en marcha por parte de los vecinos, ha causado sorpresa que el pasado fin de semana no se recogiera la basura. Por eso, temen que se repita la historia y, finalmente, se queden sin el contenedor de la calle Oboe. Y un apunte que desentona: «Un capataz de Limasa me dijo que estaba harto de mis protestas. Pues vamos a seguir», destaca Miguel Campos.

Respuesta del Ayuntamiento

El director de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, explicó ayer que la no recogida el pasado fin de semana «se ha debido a un fallo de coordinación» y que de momento, las gestiones de los vecinos para que no haya aparcamientos indebidos, «van funcionando y estamos muy encima, con visitas de la inspectora del distrito todas las noches». Medina-Montoya descartó los camiones pequeños, «porque el número es limitado y cuando bajas de tonelaje de basura reduces la eficiencia».