A la tercera debe ir la vencida. Y es que el Málaga CF afronta su tercer compromiso en una semana frenética de fútbol contra un rival directo y con la necesidad de convertir por fin sus buenas sensaciones en puntos. El calendario no espera a nadie y el paso de las jornadas aleja el difuso objetivo de ir a Europa y acerca el calor de los puestos bajos. Es por ello que hoy, en Riazor, contra un rival venido a menos en los últimos meses, el objetivo debe ser el triunfo desde el minuto uno.

Aún resuena en el malaguismo el runrún de la polémica arbitral del pasado miércoles ante el Valencia, a la que hay que sumarle la del sábado en Anoeta y la del Real Madrid hace tres jornadas. La plantilla acude a tierras gallegas hastiada y con la mosca detrás de la oreja, por lo que los focos volverán a estar pendientes de los colegiados. Pero no debe ser el arbitraje ni una escusa ni una coartada. El Málaga debe recuperar la senda del buen juego, exponer sus argumentos futbolísticos e intentar sumar, tal y como había hecho hasta la fecha.

Porque pese a las buenas sensaciones en el último mes, el Málaga no gana en Liga desde el pasado 5 de febrero ante el Getafe en La Rosaleda (3-0). Lo comentó ayer Javi Gracia en sala de prensa y comienza a ser un leitmotiv en el malaguismo. Sin puntos no hay paraíso y este la competición avanza a ritmo frenético. Hoy, Dépor y Málaga, empatados a puntos, podrían definir su futuro más inmediato a tenor del resultado que cosechen. Poca broma viendo lo que queda por jugarse.

Para ello, Javi Gracia -que verá desde la grada el partido al estar sancionado- deberá hacer rotaciones obligadas porque hay varios componentes de su equipo que no están disponibles y que se han quedado en casa. Ha sido una semana dura, de exigencia y de máxima tensión. El club y la plantilla ha tenido muchos frentes abiertos y las consecuencias ya se hacen notar.

En Martiricos se han quedado los sancionados Juanpi y Duda, mientras que Cop, por lesión, y Juankar, que aún no se ha recuperado del todo, ocupan parte de la enfermería.

Esto provoca que haya cambios en el once, pero no terminan de estar claros. La mejor noticia fue la presencia de Camacho en la lista de convocados, por lo que su esguince cervical no parece que vaya a ser un problema para jugar. También entró Weligton -ya recuperado-, Uche y Boka.

Por lo tanto, la pareja defensiva volverá a ser la formada con Albentosa y Weligton, con la opción de que repita Miguel Torres en la izquierda. Más dudas hay para sustituir a Juanpi y a Cop. Atsu y Pablo Fornals o Santa Cruz tienen todas las papeletas, aunque queda comprobar si Gracia plantea un partido más ofensivo o intentará guardar un poco la ropa.

El Málaga se ampara en su buen hacer defensivo para intentar sumar, pero el Dépor también tiene necesidades. Tras trece partidos sin ganar, los de Víctor Sánchez del Amo han pasado de ser un equipo revelación a verse en mitad de una dinámica sumamente negativa.

Los gallegos, que preparan un partido como si fuera una final, también tienen bajas y Víctor, tras la derrota en San Mamés de la jornada entre semana, también prepara cambios. Sidnei, central indiscutible en los coruñeses, no será de la partida aunque el técnico local medita recuperar para este encuentro la pareja formada por el exmalaguista Luis Alberto y Lucas Pérez. Se compenetran bien y son la gran amenaza.

El Málaga también deberá tener en cuenta el average, que de momento es favorable tras el 2-0 de la primera vuelta.