El Málaga CF de Marcelo Romero está a pocos días de tener su puesta de largo. Es pronto para conocer las líneas maestras que el uruguayo quiere imponer en su equipo y, sobre todo, que se hagan notar en apenas 13 días de mandato. Sin embargo, el técnico tiene algunas ideas ya definidas que se las ha trasladado a sus jugadores y que espera que se hagan notar más pronto que tarde.

Junto con Sergio Pellicer, su segundo, Gato Romero quiere cambiarle la cara a este Málaga. Objetivo complejo en mitad de la temporada, pero el colchón de puntos y la positividad con la que ha sido acogida la llegada del uruguayo como técnico pueden ser suficientes para cimentar el proyecto de juego que quiere para su equipo.

De primera mano, el charrúa ha intentado hacer partícipe a todos los jugadores en el equipo. La intención del técnico es la de que ningún jugador se «descarríe» y que todos estén metidos y con opciones de jugar. Con esa «tensión» acumulada, Gato Romero no ha ofrecido tampoco demasiadas pistas en los entrenamientos. Pero algunas premisas sí que ha dejado claras a sus jugadores. El uruguayo va a mirar con recelo la zaga. Es consciente de que uno de los puntos débiles del equipo hasta la fecha es la defensa, por lo que centrará buena parte de sus esfuerzos en mejorar la parcela defensiva y en evitar la sangría de goles encajados. Para ello intentará juntar más sus líneas, quiere evitar pérdidas de balones en lugares innecesarios y también más solidaridad de los jugadores de ataque.

El sistema de juego es otra de las incógnitas que rodean al Málaga de Gato Romero, aunque el fichaje de Peñaranda en este mercado invernal parece toda una declaración de intenciones para el futuro. No es un secreto que el técnico uruguayo ha vivido su mejor época de jugador bajo un 4-4-2. La opción de jugar de salida con dos delanteros toma más fuerza en los últimos días. Así los extremos también pueden desempeñar más funciones defensivas.

En cualquier caso, es posible que Romero no retoque demasiado el equipo en este primer duelo y sí ir ofreciendo «actualizaciones» en jornadas venideras.

Eso sí, el técnico ha dejado claras algunas premisas a sus jugadores y es que quiere velocidad en el juego -a ser posible con pocos toques- y también agresividad a la hora de recuperar el balón. Ésas son dos características que quiere inculcar el técnico en sus jugadores, que buscará llevar el balón rápido a sus hombres de ataque.

Incógnitas por despejar

Además de las pinceladas sobre el juego, el nuevo míster también deberá mojarse con su primer once. Deberá decidir en algunos temas tan espinosos semanas atrás como la portería -entre Kameni y Boyko-, la banda izquierda -Chory y Jony podrían volver a partir de cero-, o la apuesta por Michael Santos, que podría ganar protagonismo con la llegada de su compatriota al banquillo. Los canteranos seguirán teniendo un papel clave en el equipo pese a la recuperación progresiva de los jugadores lesionados. Con Pellicer como segundo, La Academia no se perderá.