Saben aquel que diu que Celia Villalobos acusó a la rectora de desprestigiar a la Universidad de Málaga? ¿Cómorrrr? ¿A que suena a chiste? El problema es que no tiene ni pizca de gracia. Bueno, que sea la exalcaldesa y actual vicepresidenta primera del Congreso la que hable precisamente de prestigio es para partirse de la risa. Todo ocurrió el sábado cuando Villalobos tomó la palabra durante el congreso de Nuevas Generaciones que reeligió a Luis Verde como presidente provincial. La joven Villalobos no dudó en utilizar en su intervención ese tono grosero y beligerante del que suele hacer gala y del que es cum laude -aunque, desde luego, no ha aprendido en ninguna universidad- , para atacar a la rectora, que además preside la CRUE. La diferencia de currículum le da igual. Es subirse a un estrado y disparar sea quien sea la oponente, porque además suelen ser mujeres: Magdalena Álvarez, Trinidad Jiménez€ y ahora Adelaida de la Calle. Esta vez sin que haya urnas de por medio.

Villalobos cree que la rectora hace política porque está en contra de los recortes aplicados por el Gobierno del PP en educación y en investigación. Porque no comparte el punto de vista del ministro Wert, que acusa a los profesores de falta de profesionalidad y a los estudiantes de perezosos. Y porque defiende a la Universidad por encima de todo y de todos. Sí. De todos. También de la socialista Junta de Andalucía de José Antonio Griñán, a la que, no olvidemos, las universidades públicas reclaman una buena suma. Son las que no hace ni dos meses lanzaron un SOS conjunto reclamando las inversiones comprometidas por el Ejecutivo autonómico y que, sin ellas, se sitúan al borde del precipicio financiero. Es decir, que De la Calle reparte reproches y no es precisamente sospechosa de ser «sectaria», como la llamó Villalobos.

Por supuesto que la Universidad de Málaga tiene que mejorar, pero ninguna institución ha sido capaz de evolucionar tanto y tan bien en sólo 40 años de historia. Hasta convertirse en referente y estar entre las organizaciones mejor valoradas. No así los partidos políticos, ni los políticos, que hoy por hoy son considerados más bien un problema y no los encargados de encontrar solución a los mismos. Además, la UMA es consecuente con sus planteamientos, ya que la institución académica va a hacer un importante esfuerzo por compensar con recursos propios la reducción en la inversión para que sus grupos de investigación puedan seguir trabajando. Porque un parón ahora provocaría un retraso de diez años, con las consecuencias que eso traería para el desarrollo futuro de un país que ha penetrado en un túnel largo y oscuro. Y la única luz puede estar en la transferencia de conocimientos que tienen su origen en la universidad y su aplicación práctica en la sociedad.

Pero el sábado a Celia Villalobos le dio por Adelaida de la Calle, con un discurso que nadie secundó después en el congreso.