El enfado de Aznar

El enfado de Aznar ante «el quinto fracaso de Rajoy» no es nada comparado con el que tenemos nosotros con el mismo Aznar. En lugar de dedicarse a meternos en guerras y pasar el tiempo haciéndose musculoso para superar su complejo de inferioridad corporal tendría que haberse dedicado, como era su obligación, a buscar personas más recomendables para sucederle que Rato o Rajoy. Así quizá Rajoy no habría perdido dos veces las elecciones generales ni, sobre todo, nosotros estaríamos padeciendo muchas de las grandes calamidades que su pésima política nos ha dejado como herencia.

Javier Sanz RidruejoMarbella