El idioma de todos

No valoramos lo que tenemos, hasta que lo perdemos. Un ejemplo de esto podría ser nuestro propio idioma. Los españoles hablamos uno de los idiomas más importantes del mundo, el segundo usado para comunicaciones internacionales y la lengua oficial de 22 países. Sin embargo, por fortuna y desgracia el español también es uno de los idiomas más hablados en la red, y esto, junto a su uso en SMS y otros sistemas de mensajería instantánea, han desembocado en un mal uso del mismo. Este uso distorsionado del lenguaje obliga a la RAE a aceptar como correctos términos que antes eran simples errores, como «almóndiga», «madalena» o «setiembre». Por si eso no fuese poco, palabras que antes se acentuaban como «frio» o «guion» han perdido su tilde, debido a que la Real Academia Española ha preferido ceder al uso que se hace del idioma y cambiar las normas de ortografía. El español es una lengua milenaria, parte de nuestra cultura y herencia de nuestros ancestros, con un poco de esmero y dedicación lograremos preservarla.

Cristina CastroMálaga

Macron

El enorme escándalo del que hace hasta hace bien poco era el máximo favorito para relevar al actual presidente galo ha producido un vuelco de los pronósticos en el país vecino, porque, pese a su insistencia de seguir con la campaña, ha sido imputado por el caso de los empleos ficticios. Los últimos sondeos realizados le sitúan como tercer aspirante, dando como caballo ganador al joven candidato francés Macron, quien vencería a la lideresa del Frente Nacional, tanto en la primera como en la segunda vuelta.

Y es que, cara a la cita con las urnas el mes de abril próximo y ante un discurso xenófobo y antieuropeísta de Marine le Pen -que se erige como la «salvadora de Francia»- la gente prefiere respirar aires de un político independiente.

Ángel Sánchez LópezMálaga

Guerra al sedentarismo

Todos queremos vivir cuántos más años mejor y, además, disfrutarlos en el mejor de los estados posibles.

El ser humano lleva buscando el paradigma de la eterna juventud desde tiempos inmemoriales.

Pero, lo que está más claro que la sopa de un asilo, es que con la edad, nuestro cuerpo va cambiando y nos va costando cada vez más trabajo mantenernos bien físicamente. Sin embargo, seguir «nuestra» dieta mediterránea al pie de la letra -tal como nos aseguran los expertos en el tema- y practicar el ejercicio físico de una forma moderada, no solamente son fundamentales para la salud de nuestro cuerpo, sino también para la de nuestro cerebro.

Así que, admitiendo -mal que pueda pesarle a más de uno- que nadie puede escaparse del inescrutable paso del tiempo, no hay excusas para declarar la guerra al sedentarismo.

Miguel SánchezMálaga