¿Desde cuándo le ha preocupado a la Junta lo que haga o no haga y piense o no piense el Gobierno central -cuando es del PP- a la hora de hacer o pensar ella lo que le dé la gana según su propia estrategia, en cualquiera de los temas que afectan a Andalucía? Qué justificación tan poco creíble de un error por parte del consejero de Ordenación del Territorio (que además es periodista), y qué nueva falta de coordinación interna en el seno de ese monstruo administrativo que lleva casi 40 años gobernado por el mismo partido. Lo del tren litoral, en este caso la no contemplada conexión en condiciones con Marbella en el documento urbanístico de la Junta que explica el POT de la Costa del Sol, es de traca, como decía ayer Juande Mellado en su artículo El cachondeo del tren Málaga-Marbella. Y así vamos, de palo a palo de la baraja política, de cachondeo en cachondeo hasta el cachondeo final.

Tras Estrasburgo

Otro errorcito es el cometido por el que fue alcalde casi vitalicio de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, al calificar en Facebook el turismo gay que prolifera en la localidad costasoleña como «de baja estopa». La polémica se ha creado por el presunto perfume homófobo de su comentario. Bien es verdad que en el mismo post Fernández Montes viene a explicar que como él piensan «los gays serios y formales» y que a estos les gustaba el Torremolinos de antes. Pero ahí cabría preguntarse qué considera el exalcalde que es formalidad, en una persona gay o de cualquier condición sexual. Es verdad que en nuestro tiempo de corrección política y persecución tuitera quien abre la boca se equivoca. Pero es que las reflexiones de Fernández Montes han coincidido, vaya por Dios, con la feliz elección de una jueza española en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, la magistrada María Elósegui.

De baja estofa

Y el orgullo de que una mujer española llegue a un puesto prestigioso como ése se nos ha quedado en poco cuando hemos leído estas declaraciones suyas: «Quienes construyan y realicen su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán una conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías. Eso está claro».

Hay que entender que la reflexión de marras la hizo respondiendo a una publicación cercana al Opus Dei, Almudi.org, lo que quizá estimule en exceso a empatizar con la orientación moral de quienes te publican la entrevista. Que no sé si le pasó, pero lo parece. Habría que dejar claro de todas maneras que, por lo que respecta al comentario de Fernández Montes, lo más evidente es el error semántico. Ya que, según el afectado, lo que se quería decir es que el actual turismo gay en Torremolinos es un turismo barato y de baja calidad. Vale, pues lo que se refiere en castellano a calidad es el vocablo estofa, y no estopa -como ha escrito Fernández Montes- en ninguna de sus posibles acepciones.

Málaga All Space

Lo que ojalá no sea un error, ni dé pie al cachondeo urbanístico, es la nueva propuesta MAS (Málaga All Space) para el solar de los antiguos cines Astoria-Victoria en la malagueña plaza de la Merced. Aunque, de pasar el trámite legal y luego llegar a término, el nuevo edificio no lo veríamos antes de tres años, no cuesta imaginarlo. Sobre todo, porque mientras más tiempo pasa, más fácil se nos hace pensar que hay que hacer algo con ese bloque tapiado en el corazón histórico de la capital. Así que uno se siente proclive a que se derribe lo que hay y se busque una solución mínima para abrir la plaza al Camino Nuevo y la Alcazaba. Pero si ese algo que ahora se pretende hacer (y ya que parece que todas las ideas sólo pasan por ocio y negocio con sala de espectáculos y establecimientos gourmets) se nos presenta más diáfano que compacto y saca partido del sótano para no elevar la altura del que sería un nuevo edificio, a uno le resulta de antemano MAS favorable. Y esa terraza planteada de algo más de 700 m2 con uso de mirador y zona verde tampoco parece un error.

Caridad o estado social

Como tampoco parece un error que las Hermanitas de los Pobres, una institución moral e histórica en Málaga, hayan apelado a la solidaridad de los ciudadanos para reponer fondos y materiales. Pero preocupa que un estado social (siempre se va como de pasada por este calificativo) y democrático de Derecho, como es el nuestro según el artículo 1º.1 de la Constitución, dependa tanto de la caridad cristiana, por nombrar una de las tres virtudes teologales, aunque hablamos sencillamente de caridad humana, sin etiquetas. Enternece ver a Sor María Luisa agradeciendo que Málaga se haya volcado ante las dificultades del asilo. Pero esto no debería pasar. Tampoco que cuando un supermercado en Francia rebaja un 70% la crema de cacao la gente se dé golpes por agarrar un tarro. Que permitamos que la desigualdad crezca entre tanta abundancia es el cachondeo final€

Porque hoy es sábado.