La Andalucía vacía también existe

La Andalucía vacía también existe. Hay muchos pueblos y poca gente viviendo en ellos. Y, de hecho, así se constata ante los datos que justifican la formulación de la ‘Estrategia de Desarrollo Rural de Andalucía, Horizonte 2030’, recientemente aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta.

Sin ir más lejos, los pueblos ocupan más de la mitad de la superficie de Andalucía -la comunidad autónoma con más habitantes de España (8,6 millones)- pero sólo reside en ellos un 10% de la población. Para ser exactos, un 10,63% que se traduce en algo más de 900.000 personas, repartidas por los 528 municipios andaluces que tienen menos de 5.000 habitantes. A su vez, estas localidades suponen el 67% de las 785 existentes en la comunidad autónoma.

La tendencia se confirma igualmente si se siguen otros de los datos del Instituto de Estadística de Andalucía empleados por la Junta para ilustrar la necesidad de potenciar el mundo rural y de luchar contra la despoblación. Si se atiende al porcentaje de la población que vive en áreas rurales, en Europa se sitúa en un 29% pero esta proporción se desploma casi 18 puntos en tierras andaluzas ya que sólo asciende a un 11,5%.

Además, el 39,3% de la población europea vive en ciudades y este indicador se eleva hasta un 48,5% en esta comunidad. Y en lo que a las áreas de densidad intermedia respecta, en el continente europeo suponen un 31,6% frente al 40% de Andalucía.

Esta estrategia para el desarrollo rural confluye en algunos de sus objetivos con otras líneas de actuación abiertas por el Gobierno andaluz para abordar el reto demográfico. O sea, para articular un reparto equilibrado de la población que pasa, en cierta medida, por atraer a población -principalmente joven o extranjera- hacia las zonas de interior menos habitadas.

Sin ir más lejos, otro de los datos que ilustra esta realidad es que la mitad de los andaluces viven en sólo una treintena de los casi 800 municipios con los que cuenta la comunidad.El crecimiento poblacional experimentado en los últimos tiempos por las áreas metropolitanas y grandes ciudades situadas en la Costa del Sol o el Valle del Guadalquivir, incluso por el litoral almeriense, contrasta con la realidad de las pequeñas localidades del interior andaluz.

Según otros de los indicadores en los que se basa el Ejecutivo autonómico, más de la mitad de las poblaciones con menos de mil habitantes acumulan varias décadas perdiendo vecinos.

Entre las zonas catalogadas como las de menor densidad poblacional en la comunidad autónoma están las sierras occidentales de Málaga, Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva), Sierra del Segura y Cazorla (Jaén), La Hoya de Guadix y Baza (Granada), Los Pedroches y el Valle del Guadiato (Córdoba) o la Alpujarra, en sus localidades de las provincias de Granada y Almería.

Otros de los puntos menos poblados son la zona sevillana de Sierra Morena y Vega Alta, Andévalo y la cuenca minera (Huelva), Sierra Alhamilla (Almería), Condado de Jaén y noroeste de Cádiz y Los Alcornocales.

Media provincia ante el problema de la despoblación

Más de la mitad de los 103 municipios de la provincia de Málaga, 58 para ser exactos, tienen menos de 3.000 habitantes. Y, por tanto, son susceptibles de sufrir problemas de despoblación si se atiende al criterio que emplea la Junta de Andalucía para identificarlos.

Málaga es la tercera provincia andaluza que contaría con más municipios con problemas de despoblación.

Este ranking regional lo lidera la provincia de Granada, una vez que 121 de sus 174 municipios tienen menos de 3.000 habitantes. Le sigue en segundo lugar Almería, con 70 localidades de esta categoría.

Entre estos 58 municipios malagueños se encuentran Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Algatocín, Almáchar, Almargen, Alozaina, Alpandeire, Árchez, Ardales, Arenas, Atajate, Benadalid, Benalauría, Benamargosa, Benaoján, Benarrabá, El Borge, El Burgo, Canillas de Aceituno y Canillas de Albaida.

En esta nómina de localidades también figuran Cañete la Real, Carratraca, Cartajima, Casarabonela, Comares, Cuevas Bajas, Cuevas del Becerro, Cútar, Faraján, Fuente de Piedra, Gaucín, Genalguacil, Guaro, Igualeja, Istán, Iznate y La Viñuela.

La lista la completan Jimera de Líbar, Jubrique, Júzcar, Macharaviaya, Moclinejo, Monda, Montecorto, Montejaque, Parauta, Pujerra, Riogordo, Salares, Sayalonga, Sedella, Serrato, Tolox, Totalán, Valle de Abdalajís, Villanueva de Tapia y Yunquera.

Suscríbete para seguir leyendo