Los ojos de la cineasta Isabel Coixet en busca de expresiones crudas, sin artificios, con los que observa el mundo son los protagonistas de la exposición Faces, inaugurada ayer en La Térmica. 52 pequeños retratos en blanco y negro que ahondan en este rol de la creadora, que pretende recoger instantes. «Yo no soy fotógrafa profesional. Todas las fotos de la exposición están asociadas a momentos de mi vida personal», por lo que las escenas entre rodajes, actores o familiares son los objetivos de su cámara, aseguró ayer Coixet en la apertura de la muestra.