Bendita la costumbre de los responsables del Teatro Cervantes: cuando se cuelga el no hay billetes de las funciones de la Temporada Lírica abren al público el ensayo general de la ópera, al que se puede acceder mediante invitación (gratuita). Se repitió ayer con el estreno de La Traviata, y es que las entradas sueltas para volver a ver y oír a la gran Ainhoa Arteta como Violetta Valèry (acompañan a la diva Antonio Gandía y Juan Jesús Rodríguez, vértices de un inolvidable triángulo) se agotaron a las dos horas de salir a la venta, el pasado 6 de noviembre. Así que los más rezagados llenaron ayer el templo de la calle Ramos Marín para contemplar una producción escénica del Teatro Villamarta de Jerez dirigida por Francisco López, autor de una dramaturgia destinada a potenciar el patetismo, la desolación, la pasión arrebatada, la amargura febril y la humanidad de la obra maestra de Giuseppe Verdi, pieza clave del Romanticismo.