El teatro español contemporáneo está de luto. El dramaturgo Miguel Romero Esteo falleció ayer a los 88 años de edad. El autor cordobés afincado en Málaga se encontraba hospitalizado en el Hospital Regional, donde permanecía aislado a causa de una bacteria. Como informaba La Opinión el pasado miércoles, la salud del escritor se había debilitado en los últimos días.

Considerado un revolucionario de la escena española, Romero Esteo, que se autodefinía como un «autor inexistente» debido a la poca repercusión de su obra, logró los mayores reconocimientos en la literatura teatral, como el Premio Europa (1985), el Premio Andalucía de Teatro (1992), el Premio Nacional de Literatura Dramática (2008), además de ser nombrado hijo adoptivo de Málaga. Entre sus obras más reconocidas destacan Fiestas gordas del vino y del tocino, Pasodoble y Tartessos. Nunca quiso ser un autor vanguardista ni consideraba que su obra se caracterizase por una mordaz crítica social, la reseña más común entre quienes definen su trabajo. «Me pusieron en la vanguardia sin comerlo ni beberlo. Siempre hice teatro para ganar dinero», afirmó en 2011 con motivo de la puesta en escena de su obra Manual de bricolaje, recuperada por Teatro del Gato bajo la dirección de Rafael Torán.

Romero Esteo nació en Córdoba en 1930, aunque tras la Guerra Civil su familia se trasladó a Málaga. En Madrid se licenció en Ciencias Políticas, en la especialidad de Sociología y después estudiaría Ciencias Económicas. En su época de estudiante, además de comenzar a escribir sus primeras obras de teatro, trabajó de profesor de inglés, organista, traductor, contable y periodista.

En 1965, la censura franquista prohibió su obra Pontifical. Sus siguientes trabajos fueron prohibidos igualmente, aunque consigue estrenar Paraphernalia de la olla podrida, la misericordia y la mucha consolación en el Festival de Sitges en 1972. Aunque la censura del régimen no era la que más le irritaba: «Mi obra, después de ser prohibida por el fascismo, es en la pomposa democracia cuando ha sido condenada al silencio», señalaba.

Dos años después, en Madrid, en el Festival de Nuevo Teatro, estrena Pasodoble. En 1976, su texto Pizzicato irrisorio y gran pavana de lechuzos se publica en una serie de clásicos contemporáneos. En 1985 su obra Tartessos, alternando la lengua española con coros y diálogo ibero-tartesio, recibe el Premio Europa de teatro. En 1987 obtiene el premio Enrique Llovet con su obra Liturgia de Gárgoris rey de reyes.

En 1976 comenzó a impartir clases como profesor de Sociología de la Literatura en la Universidad de Málaga. Al mismo tiempo, dirigió el Aula de Teatro e inició el Taller de Poesía, junto con un Taller de Ideas. Unido a su producción teatral, también escribe poesía y libros de teoría teatral, como Prontuario del Teatro Amateur. Entre 1983 y 1984 fue el director del Festival Internacional de Teatro de Málaga. Sus obras están publicadas en diferentes editoriales. Además de las ya mencionadas: Fiestas gordas de vino y el tocino, El vodevil de la pálida, pálida, pálida, rosa.

La crítica especializada siempre a señalado a Romero Esteo como un dramaturgo revolucionario que desbordó todas las barreras convencionales del teatro tradicional. Sus obras aportan una estructura y una temática que afecta a los propios cimientos del teatro. Se marcha un autor incalificable, además de un genio.