Starlite vivió ayer otra increíble noche de música que se saldó con un nuevo sold out. El décimo de esta edición. La 'Gran noche' de Raphael también fue la de los asistentes del Auditorio, que revivieron con el artista los hits más aplaudidos de su carrera, esta vez con un toque clásico y electrónico a partes iguales. El primero de los matices corrió a cargo de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Málaga, un acompañamiento magistral que dotó temas tan conocidos como 'Escándalo', 'Yo Soy Aquel' o 'Escándalo' de un cariz superior gracias también a ricos arreglos electrónicos.

Esta revisión de los temas que le han dado a Raphael tantas alegrías están recogidas en su último álbum RESinphónico. Y la acogida de este nuevo trabajo del artista jienense que lleva subido a los escenarios prácticamente 60 años ha sido espectacular en Starlite. Raphael cuenta con un público entregado, que lo adora y lo sigue con mucho cariño, que se levanta de su asiento cada vez que concluye una canción, que canta de principio a fin todas las canciones y espera con expectación el siguiente tema de un concierto de casi dos horas y media de duración.

Considerado por el propio Raphael como uno de los discos más importantes de su carrera, RESinphónico es una reinvención y revisión de lo ya vivido. Una mirada al pasado para traer sus canciones de antaño al más palpitante de los presentes y convertirlas en un completísimo espectáculo incapaz de pasar inadvertido. El show dio comienzo con 'Infinitos Bailes' y continuó con aclamados temas como 'Promesas', 'Digan Lo Que Digan', 'Volveré A Nacer', 'Que Sabe Nadie' y un largo etcétera de grandes éxitos.

Raphael reservó momentos más íntimos y emotivos con 'Los Hombres No Lloran', la interpretación -solo al piano- de 'Por Una Tontería' o los temas cantados con el único acompañamiento de una guitarra 'Gracias A La Vida' y 'La Quiero A Morir'. "Esta es una radio de esas antiguas, de cuando se escuchaba buena música como la de Carlos Gardel", manifestaba un Raphael emocionado justo antes de cantar a dúo -con la grabación de la canción de Gardel- 'Volver'. Y a continuación seguía cantando otro tango, esta vez con nombre de mujer, 'Malena'.

Los ademanes, seseo y carácter teatral que le han convertido en un artista único en el mundo se prodigaron durante toda la noche llevando al delirio a sus espectadores que pedían siempre un poco más de Raphael. Tras el tema final, 'Como Yo Te amo', el precursor de la balada romántica en España se despidió de su audiencia y, ante la insistencia, volvió al escenario para regalar un fragmento, a capela, de 'A Mi Manera'. Broche de oro para un espectáculo a la altura de Starlite Festival.