Cultura

'Ladrones de tinta': el siglo XVII de carne y hueso

Reino de Cordelia reedita esta brillante novela policiaca ambientada en el Siglo de Oro español con las magistrales ilustraciones de José María Gallego

Detalle del monumento a Miguel de Cervantes en la plaza de España

Detalle del monumento a Miguel de Cervantes en la plaza de España / L.O.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En 2004, el madrileño Alfonso Mateo-Sagasta (Madrid, 1960) publicaba 'Ladrones de tinta', la primera entrega de una trilogía policiaca que tenía como original protagonista a Isidoro Montemayor, un aspirante a hidalgo del Siglo de Oro que se embarcaba en la simpar aventura de localizar a Alonso Fernández de Avellaneda, el espabilado y misterioso escritor que quiso vivir de las rentas literarias de Miguel de Cervantes, además de vejarlo.

La obra, que tuvo una gran repercusión por su envidiable puesta en escena, muy pendiente de los más nimios detalles históricos y por ofrecer una trama muy atractiva, vuelve ahora a la escena literaria en forma de edición ilustrada de la mano de Reino de Cordelia.

El responsable de este cambio de tercio es el ilustrador José María Gallego (Madrid, 1955), la parte dibujante del dúo Gallego & Rey. El artista nos ofrece la que hasta ahora es su mejor obra, un fastuoso despliegue de conocimientos para, en más de 60 ilustraciones en blanco y negro, reflejar los claroscuros del Siglo de Oro español, en una obra que, a la par con la novela, se muestra descarnada en detalles y audaz en puntos de vista, además de tener detrás un importante proceso de investigación.

Una de las ilustraciones para 'Ladrones de tinta'.

Una de las ilustraciones para 'Ladrones de tinta'. / José María Gallego

Idéntico cuidado por la ambientación histórica es el que ha puesto Alfonso Mateo-Sagasta que, al contrario que otras sagas de la misma época, nos ofrece un retrato lleno de vida del siglo XVII madrileño sin caer en exceso en los tópicos.

Es esta atención por el detalle, el cuidado en reflejar cómo se vivía en el primer tercio del XVII, las condiciones higiénicas, la medicina, los refrigerios y el entretenimientos de una sociedad rígidamente estamentaria, lo que da verosimilitud a una novela en la que, además, se dan cita los grandes escritores del momento, desde Cervantes a Lope pasando por Quevedo y Góngora que se desenvuelven en la trama con pasmosa naturalidad y sin ninguna pose engolada.

En suma, es un siglo XVII lleno de humanidad y veracidad el que nos presenta Alfonso Mateo-Sagasta en 'Ladrones de tinta', una novela apuntalada más si cabe gracias a las cáusticas y magistrales ilustraciones de José María Gallego. 

Una excéntrica forma de aliviar los calores del verano, otra de las ilustraciones del libro.

Una excéntrica forma de aliviar los calores del verano, otra de las ilustraciones del libro. / José María Gallego