Crítica

Abono lírico

Alejandro Fernández

Alejandro Fernández

Málaga. Fecha: 11-11-2022. Lugar: Teatro Cervantes. Solistas: Cassandra Wyss, Sascha E. Kramer, Brigitta Simon, Inma Hidalgo, Carlo Raffaelli, Juan C. Heredia y Eglè Šidlauskaitè. Programa: Páginas del repertorio operístico y del género lírico español

El quinto de los abonos de la Filarmónica de Málaga bajo la dirección de su director titular, el maestro Josè María Moreno estuvo dedicado al repertorio lírico bajo el patrocinio de la Fundación SIAA que entre sus fines está dar apoyo financiero a incipientes cantantes líricos de todo el mundo como prueba el ramillete de nacionalidades que desfilaron por el escenario del Teatro Cervantes. Pero al término del programa, para muchos aficionados, flotaba en el ambiente la idoneidad de esta propuesta artística dentro del formato de lo que debe ser el corazón de los programas de la OFM. Quizás un programa extraordinario hubiese proporcionado el marco ideal para este formato ya que hay algo que no es posible perder de vista y es que el elenco solista posee todavía un carácter incipiente, aún por pulir que desde esta perspectiva no evita al auditorio apreciar las facetas que estos solistas pueden llegar a ofrecer artísticamente.

Formato rígido, más propio de la final de un concurso de canto en la que sólo faltó el voto del auditorio y como es obvio al término de la gala existían ya opiniones formadas del talento y capacidades del septeto protagonista a los que faltó, en evidentes casos, solvencia en las tablas lo que sobretensionó el desarrollo musical de la gala, especialmente en los atriles que en todo momento mostraron la altura y madurez del gran conjunto sinfónico que viene atesorando. Así tras el Preludio sinfónico página de juventud que avanza la fuerza del caudal temático de G. Puccini y que sirvió de pórtico a este particular recital lírico comenzó la sucesión de arias y romanzas que conformaron el programa de este último abono.

Del elenco de voces cabe destacar en primer lugar, la valentía de las páginas escogidas por la mezzosoprano lituana Eglè Šidlauskaitè que en la primera parte encarnó la Charlotte del Werther de J. Massenet con el aria Qui m’aurait dit la place y en la segunda parte del programa la romanza ¿Qué te importa? de Los Claveles del maestro Moreno Torroba. Dos páginas de altura sobradas en emisión, sentido musical y en lo técnico resuelto con solvencia aunque el hieratismo en las tablas restó algo de credibilidad a la actuación de la mezzo.

Puro cristal dotado para las agilidades y la coloratura fue la voz de la soprano húngara Brigitta Simon que especialmente estuvo iluminada en el aria Ombre legère de Meyerbeer, página de gran exigencia técnica que somete a la solista a un auténtico tour de force de agilidades refrendado en la segunda parte por una incontestable Canción de Paloma de Asenjo Barbieri que fue sin duda alguna uno de los momentos estelares de esta gala en especial por el gusto con el que distribuyó los adornos no escritos de la segunda parte de la romanza como si de un aria de coloratura se tratase.

Notable fue también la voz de la soprano española Inma Hidalgo delicada en el aria Canción a la luna de la Rusalka de Dvorak aunque algo más discreta en la defensa del repertorio español si bien la cantante catalana estuvo en todo momento correcta tanto en emisión como fraseo.

Finalmente y del apartado de voces masculinas destacar las cualidades vocales del barítono mexicano Juan Carlos Heredia, cantante con dotes actorales, naturalidad en el escenario que en la defensa del Largo al factótum fue capaz de alzar la emisión sobre el conjunto unido además a la propia dificultad técnica impuesta por Rossini.

Programa por tanto entretenido, con momentos de difícil encaje que sirvió para tomar el pulso a las nuevas generaciones de cantantes con perspectivas de futuro dentro del complicado mundo de la lírica como también fue una invitación a la reflexión personal de los solistas, el escenario no admite excusas.