Arqueología

Hallan los cinco primeros rostros humanos de la cultura tartésica

Se trata de relieves en piedra del siglo V a. C. y su aparición, en Extremadura, se considera un hito en el estudio de esta civilización - Son tres figuras de caras de mujer y otras dos de hombre, uno un guerrero

Dos de los rostros hallados en el Turuñuelo. | CISC

Dos de los rostros hallados en el Turuñuelo. | CISC / rocío cantero. badajoz

Rocío Cantero

«Les presentamos lo que serían los primeros rostros del tarteso». Fueron las palabras con las que la codirectora de la investigación en el yacimiento de Casas del Turuñuelo (Badajoz) , Esther Rodríguez, presentó ayer lo que se considera un hito de la cultura tartésica. «Es la primera vez que le ponemos un rostro, aunque sea un rostro idealizado, y la primera vez que vemos las arracadas o las diademas que portaban», subrayó.

El hallazgo, que se dio a conocer en el mismo yacimiento, es el más importante de la quinta campaña de excavaciones que arrancó el pasado mes de febrero y uno de los más relevantes desde que se inició la investigación en 2015. Son fragmentos de cinco cabezas: dos de mujeres coronadas «bastante bien conservadas», otra de un guerrero y otras dos figuras con menos piezas de momento, pero que se cree que pertenecen a un hombre y una mujer; todas en piedra y creadas en el siglo V a.C. Se cree que las piezas formaban parte de un relieve, «y como es tradicional en el mundo clásico, cuentan una historia que aún no podemos contar», puntualizó también Sebastián Celestino, director de la investigación.

Los investigadores reconocen que el hallazgo cambia la lectura que se ha hecho hasta ahora desde la historia del arte. «Asimilábamos sus divinidades a piedras sagradas. Es la primera vez que le ponemos un rostro y la primera vez que vemos, por ejemplo, cómo portaban su orfebrería», señaló Rodríguez. «Las arracadas que llevan como pendientes aparecen documentadas en Cancho Roano y otros yacimientos del sur peninsular, por lo que va a revolucionar la historia del arte antiguo en nuestra península», señaló la directora de la excavación.

Parte del importante hallazgo en Extremadura. | CSIC

Parte del importante hallazgo en Extremadura. | CSIC / rocío cantero. badajoz

Este «extraordinario hallazgo» supone un «profundo cambio» de paradigma en la interpretación de Tarteso, considerado tradicionalmente como una cultura anicónica por representar la divinidad a través de motivos animales o vegetales, o a través de betilos (piedras sagradas). Así, el hallazgo no hace sino incidir aún más tanto en la importancia del yacimiento como en la transcendencia de la cultura tartésica en el valle del Guadiana durante sus últimos momentos.

También reclamó Celestino que estas piezas complican la interpretación sobre el uso del edificio, que siempre se ha considerado que era relevante pero no como espacio religioso. El experto también avanzó que podrían conservar algún pigmento, aunque las piezas están aún en grado incipiente tras su hallazgo: «Aún no se han hecho analíticas, pero hemos visto restos de color rojo en alguna de ellas».