Entrevista | Antonio Orozco Cantante

«A los 50 años he descubierto que puedo aprender a cantar, estoy mejor que nunca»

Recuperado de una lesión en las cuerdas vocales con la que «casi toqué fondo», ha recuperado la ilusión y presume de «una energía descomunal»

Dice que en su próximo concierto del Starlite Festival (22 de julio) se verá al mejor Antonio de todos

«Lo que sucede, conviene. Esto pasó, parecía una superdesgracia y ahora se ha convertido en una de las mejores cosas que me han pasado», afirma

El cantante y compositor Antonio Orozco, en una imagen promocional reciente. | LANDER LARRAÑAGA

El cantante y compositor Antonio Orozco, en una imagen promocional reciente. | LANDER LARRAÑAGA / gabi rodas

Gabi Rodas

Le vi hace unos días en televisión, en Cover Night, muy emocionado. ¿Totalmente recuperado de la operación de las cuerdas vocales?

Se podría decir que estoy al 100 por 100 pero cuando me dijeron que tenía una lesión en la cuerda vocal casi toqué fondo. Fueron veinte días esperando los resultados, y esa espera fue difícil de gestionar. Luego los médicos ya me fueron tranquilizando y 21 días después de la operación empecé a trabajar con mi profesor actual de canto, José Sepúlveda, que ojalá lo sea por muchos años. A los 50 años he descubierto que puedo aprender a cantar. Desde la humildad, yo lo podría haber hecho bastante mejor con mis cuerdas vocales. Hacemos muchos conciertos al año pero no hay un conocimiento de cómo salvaguardar el músculo. En lo que llevamos de año he hecho más de 70 clases de canto, hago ejercicios todos los días y estoy mejor que nunca. Esta gira será la mejor de toda mi vida.

¿Siente que está redescubriendo su instrumento, la voz?

Totalmente. Ahora sé que no sabía nada de él. Lo que trato ahora es de aprender, para tener más resistencia y sobre todo para no volverme a hacer daño. Se lo recomiendo a la gente que se dedica a esto, a quienes usan las cuerdas vocales a diario, que vayan a revisiones, a controles. Se puede evitar llegar al pólipo.

¿Llegó a pensar que no volvería a cantar?

Las palabras del médico fueron: «Tienes una lesión». No fue más allá. Con el tiempo me aclararon que no tenía mala pinta. Pero siempre hay un resonar en tu cabeza y se pasa miedo. Para mí cantar en televisión [en Cover Night] después de haber pasado por esa operación era muy importante, porque era enfrentarme a una situación en la que de repente era todo nuevo. He ido cogiendo confianza y ya estoy listo.

¿Sabe las causas de esa lesión?

Sí. Cuando uno aprende a cantar lo hace a través de una serie de técnicas vocales que hacen que no te hagas daño. Yo aprendí a cantar en los bares, la técnica que he seguido es la que me enseñó la vida para no hacerme mucho daño cantando a partir de las 4 de la madrugada. Tengo mucho que aprender, y es lo que estoy haciendo. Estoy feliz, radiante, con una potencia en todos los aspectos porque me siento muy seguro de mí. Lo que sucede, conviene. Esto pasó, parecía una súper desgracia y ahora sea convertido en una de las cosas más buenas que me han podido pasar en la vida.

¿Podría vivir sin los escenarios?

Yo no sabía que dependía tanto de los escenarios, pensaba que podía ser un poco más libre, pero estoy atrapado completamente, no tengo posibilidad de escapar. Seguramente me moriré cantando. No lo puedo dejar.

¿Con qué Antonio Orozco nos encontraremos en su próxima actuación en Starlite?

Tengo la voz que nunca he tenido y una energía descomunal. Si nunca has visto a Antonio, es el momento.

Usted también es hostelero. ¿Las buenas canciones también se elaboran a fuego lento, como los grandes platos?

Sin duda. Existe la posibilidad de que una canción nazca y crezca en 5 minutos, puede pasar, pero lo normal es que las grandes canciones estén escondidas detrás de muchísimo trabajo. Cálculo de tempo, la progresión, tonalidades, armonías, intentar que la canción tenga un carácter previo antes de nacer, su respiración... Es como pintar un cuadro, hacen falta buenas pinturas y un buen estudio. Yo creo que las canciones están vivas y hay algunas que nacen muertas.

Hace seis años, me confesó que su hijo Jan estaba rendido al trap. ¿Sigue en la misma onda?

El año pasado debutó como DJ. Su mundo se ha ido abriendo, hoy ya es residente en el Beso, en Sitges, y le han ofrecido una plaza en un colegio donde la música es el eje de todo. Quiero pensar que la música seguirá siendo para él como el aire que respira.

Verano, tiempo de festivales. El otro día, en una entrevista, Kutxi Romero, el cantante de Marea, dijo que las zonas VIP le parecen «una barbaridad, puro clasismo». ¿Comparte esa opinión?

A mí me encantan. A quién le amarga un dulce, que te traten bien, y que conste que respeto a Marea, de los que soy fan. No creo que nadie de los que puedan leer esta entrevista se niegue a ir a una zona VIP si le invitan. Cada uno en su negocio hace lo que quiere.

España en precampaña: ¿música celestial o un chirrío insoportable?

Me encanta el optimismo de las campañas. Qué pena que luego se les olvide todo lo que proponen. Los políticos, cuando se presentan, deben tener muy en cuenta que nos representan. No deben olvidar que tienen que trabajar para el pueblo.

¿Qué les reclama, en el terreno cultural?

Que tengan más coherencia. El arte, en este país, está muy descuidado. Los artistas necesitan más ayuda y cariño desde las instituciones.