Entrevista | Soledad Vélez Cantante y compositora

«Me gusta cantar y bailar el desamor para que las penas se evaporen»

La chilena afincada en España es uno de los nombres propios de la primera edición del RED Festival de La Térmica (14 y 15 de julio). En el escenario de la cita presentará su más reciente disco, 'Visiones', vestido con ropas esencialmente electrónicas y con unas letras más directas que nunca 

Soledad Vélez, en una imagen promocional

Soledad Vélez, en una imagen promocional / Pau Montserrat

Daniel Monserrat

No quiere que se haga una lectura negativa de su último disco, 'Visiones', en el sentido de que no lo considera que sea una llamada a no enamorarse, todo lo contrario: «Habla de cuando te permites ser vulnerable... La vulnerabilidad siempre la hemos visto como algo de lo que hay que huir, pero realmente cuando somos valientes es cuando nos permitimos ser vulnerables y expresamos, sentimos y comunicar el amor que tenemos y atrevernos a ver si va a funcionar. Vivir ese proceso de amor y desamor es positivo, es parte de la vida». La chilena Soledad Vélez, residente en Valencia desde hace más de una década, actúa en el primer RED Festival de La Térmica (14 y 15 de julio), donde presentará su último trabajo, en el que apuesta radicalmente por la electrónica.

«No responde a un momento vital, en mi estudio yo sigo tocando con instrumentos y compongo en acústico pero en este momento me siento muy cómoda en ese registro electrónico. Ahora es el medio en el que fluyo mucho más para poder comunicar estas canciones», explica con naturalidad una Soledad Vélez, que también ha dado un paso mas en cuanto a las letras, ya que ahora es mucho más directa y rotunda: «Ha sido un proceso muy curioso porque yo en el pasado trabajaba con palabras con las que tenías que intuir mucho de qué iba la canción. Ahora, me siento cómoda cantando y componiendo en castellano (solo es el segundo disco que publica en este idioma) porque siento que puedo decir muchas más cosas sin que tengamos que caer en la intuición. Cuentas más historias y detalles, obvio que cada persona puede interpretarlo y llevarlo a su vida, de eso trata el arte, pero me he sentido mucho más suelta y tengo más energía y espíritu para componer en esta lengua que es tan bonita», dice con sencillez.

Y es que en 'Visiones' «es como yo, de alguna manera, he descrito cómo nos ilusionamos, cómo nos proyectamos a futuro con el amor que tenemos y cómo tenemos visiones de lo que anhelamos», asegura antes de responder a una reflexión, ¿se puede bailar el dolor? «¡Por supuesto! Yo soy muy fan de eso, de cantar el desamor pero también de bailarlo, de alguna manera todas las penas se evaporan, es como cuando revuelves una sopa que el vapor empieza a salir y se empieza a reducir. Es lo mismo. Cuando bailamos las penas, se asimila todo, lo respiramos, lo superamos y aprendemos».

Y aunque, se ríe, cuando se le cuestiona por la melancolía y la tristeza de sus letras, ella tiene claro que uno es como es: «Yo soy una persona muy melancólica pero eso no quita que seamos también de muchas otras maneras. Con amigos puedo ser todo lo contrario pero en la intimidad soy más reservada, parece que tenga una nube gris gigante en la cabeza. Ni lo busco ni me ha pasado, soy así», explica Soledad Vélez, que asegura que el confinamiento le hizo pasar por uno de sus peores momentos vitales: «La manera más mágica y el motivo de dedicarse a la música es por la conexión con el público, con el directo, con las sensaciones que se producen... Y cuando eso se vino abajo tuve una vorágine de preguntas a mí misma. Tuve una gran movida existencial».

Soledad Vélez, en una imagen promocional

Soledad Vélez, en una imagen promocional / La Opinión

Bien es cierto que de ese periodo salió este disco: «Hemos tenido un tiempo muy largo para escucharnos a nosotros mismos y para que las grietas que no vemos en el día a día por las distracciones salieran a flote. Ésa es una de las razones de haber empezado a componer de una manera distinta», concluye la artista, antes de hablar sobre el concierto de Málaga: «Va a ser muy divertido. No llevo instrumentos, es todo electrónico, me planto en el escenario y empiezan a rular y sonar las canciones y suena increíble».