XX aniversario

El Museo Picasso Málaga celebra sus primeros 20 años recordando a la mujer que lo hizo posible

El aniversario de la pinacoteca homenajea a Christine Ruiz-Picasso, nuera del genio y la gran figura decisiva para que el artista y la ciudad cumplieran el reencuentro soñado por ambos

Arturo Bernal, fotografiando a un orgulloso Bernard Ruiz-Picasso ante el cartel que bautiza el Auditorio de la pinacoteca.

Arturo Bernal, fotografiando a un orgulloso Bernard Ruiz-Picasso ante el cartel que bautiza el Auditorio de la pinacoteca. / Álex Zea

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

«Esta mañana he hablado con mi madre y me decía: ¿Pero han pasado ya 20 años?». Bernard Ruiz-Picasso se refería, claro, a, su madre, Christine Ruiz-Picasso, la gran artífice de que el genio y su ciudad se reencontraran finalmente en el Palacio de Buenavista convertido en el Museo Picasso Málaga (MPM). La nuera del genio, la viuda de Paul Ruiz-Picasso, no pudo acudir ayer al acto institucional con el que se celebraron los 20 años de la pinacoteca a la que ella contribuyó decisivamente: «Mañana [por hoy] cumple 95 años y ya no puede viajar, pero está aquí con su corazón», aseguró su hijo, que ha continuado la tarea de mecenazgo y promoción cultural de su madre entre nosotros. Desde ahora, el nombre de la mujer que con su coche se acercó a la Casa Natal para donar diez libros ilustrados de su exsuegro y que terminó, junto a su hijo, apilando el importante stock de picassos para nutrir el museo, no sólo está marcado en la historia del centro artístico sino también en sus paredes: desde ayer, el Auditorio del MPM se denomina Auditorio Christine Ruiz-Picasso.

Foto de familia de responsables institucionales y patronos que ayer participaron en el acto por el vigésimo aniversario del Museo Picasso Málaga.

Foto de familia de responsables institucionales y patronos que ayer participaron en el acto por el vigésimo aniversario del Museo Picasso Málaga. / Álex Zea

Fue un acto sencillo y discreto, marcado por lo institucional y lo protocolario y que reunió algunas caras conocidas de la cultura: empezando por Bernardo Laniado-Romero, segundo director artístico del MPM, y pasando por Tecla Lumbreras, vicerrectora de Cultura de la UMA; José María Luna, director de Agencia Pública para la gestión de la Casa Natal de Pablo Picasso y otros equipamientos; Helena Juncosa, directora del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga; José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Unicaja, y Mari Paz Temboury, hija de Pedro Temboury, el malagueño que contactó con el artista en el lejano 1953, hace 70 años, y con el que selló un acuerdo para traer algunas de sus obras a su ciudad natal (proyecto que se vería frustrado por las autoridades franquistas). Todos quisieron arropar con su presencia el sueño de Christine Ruiz-Picasso y la Junta de Andalucía, la institución que apoyó decididamente la aventura museística y que sigue garantizando su continuidad.

Cifras

El director artístico del MPM, José Lebrero (que abandonará el timón el próximo 31 de diciembre), quiso condensar en cifras la esencia de estas dos décadas de trabajo para la conservación, difusión y estudio de la obra picassiana. 2.000 personas franquean cada día la entrada del Palacio de Buenavista (casi 9 millones de tickets se han despachado a lo largo y ancho de estos 20 años), 1.500 obras de Picasso (entre las propias de la pinacoteca y las prestadas por coleccionistas y museos) se han podido ver en sus paredes, 600.000 personas han participado en las actividades educativas y culturales de todo tipo, 300.000 escolares han visitado las muestras e intervenido en talleres... 

Cifras que demuestran, como aseguró en su intervención el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta, Arturo Bernal, la capitalidad del MPM: «Recuerdo que el 27 de octubre del 2003 [el día de inauguración de la pinacoteca] llovía muchísimo. En realidad fue algo simbólico: la lluvia representaba la fertilidad cultural que convertiría a Málaga, años después, en referencia internacional. Ligar definitivamente el nombre de Málaga al de Pablo Picasso puso a la ciudad en el mapa internacional». Para muchos, la inauguración del Picasso movió a Málaga a creer y ambicionar un lugar más importante en el mundo. 

El alcalde, Francisco de la Torre, aseguró en este sentido que el centro picassiano es «el buque insignia de la flota cultural» de Málaga y quiso recordar las importantes figuras de Juan Temboury y Carmen Giménez, primera directora artística del MPM, además de, cómo no, la de Christine Ruiz-Picasso: «No quería que este museo estuviera en otra ciudad, se empeñó en que tenía que ser en Málaga», recordó De la Torre. Para finalizar, deseó «larga vida al museo» y aseguró que «la ciudad de Málaga ayudará a ello».

Actividades

Hubo actividades de carácter más lúdico en la jornada en la que el Museo celebraba sus primeros 20 años de vida. Así, por la mañana, casi trescientos escolares (del CEIP Prácticas Nº1, Maristas, Miguel Hernández y Nuestra Señora de Gracia) realizaron un pasacalles en que mostraron los cabezudos de inspiración picassiana que llevaban días diseñando y plasmando. Toros, caballos y otros seres picassianos pasearon por las arterias principales del Casco Histórico en un desfile colorido e ilusionado.

La marcha finalizó en la carpa instalada por la pinacoteca en plena calle Alcazabilla, en la que durante todo la mañana y la tarde se desarrollaron citas musicales (como el concierto didáctico de Vibra-Tó y el recital de la explosiva flamenca Rosario La Tremendita). Y no nos olvidemos del arte de Picasso, que eso también es una fiesta: ayer, hoy y mañana el MPM celebrará jornadas de puertas abiertas.