Entrevista | Javier Ojeda Cantante

«Medir la rentabilidad por las reproducciones del artista no sólo da pena, es algo inexacto»

El vocalista de Danza Invisible, de dilatada experiencia en solitario, lanza en todas las plataformas la primera canción en la que se hace acompañar por sus dos hijos. El nuevo tema forma parte de un EP donde confluyen sentimientos sobre el voluntariado o el drama del inmigrante que llega en cayuco

«Acerca de la despedida de Danza Invisible, que nadie ponga en duda si hay algún tipo de alejamiento entre nosotros cuatro», afirma

Javier Ojeda incorpora en su nuevo lanzamiento en solitario, sin Danza Invisible, las voces de sus hijos Pablo «Jassy» y Javier.

Javier Ojeda incorpora en su nuevo lanzamiento en solitario, sin Danza Invisible, las voces de sus hijos Pablo «Jassy» y Javier. / L. O.

Fran Extremera

Fran Extremera

Viernes 16 de febrero. Es una fecha marcada rojo en casa de los Ojeda. Javier, líder de Danza Invisible y voz inconfundible de la banda sonora que se extiende desde los primeros ochenta hasta nuestros días, publica en todas las plataformas su nuevo EP, titulado Viento de Poniente. Y no es un tema cualquiera, es la carta de presentación de padre e hijos. Sí, porque por primera vez «suena de manera profesional» la voz de Javier Ojeda Payá, y a su vez se suma Jassy Ojeda, con cuatro temas ya publicados y una incipiente carrera con LP a la vista. El patriarca de esta nueva saga de intérpretes nos atiende minutos antes de que retome los ensayos con su banda de toda la vida, la que pondrá punto y final a cuatro décadas de actividad con una última gira que el 8 de junio pasará por Torremolinos.

Empecemos por lo más inmediato, por este lanzamiento en plataformas que dista tanto de aquellos tiempos en los que el disco físico y sus ventas marcaban los éxitos. ¿Qué opina de estos promotores actuales que evalúan el caché de un artista en función de las reproducciones en Spotify?

Es algo inexacto lo de hacerlo así. Yo por ejemplo no me manejo bien con las redes sociales. Medir la rentabilidad por las cifras no sólo es que dé pena, es una cuestión que no responde a criterios en muchas ocasiones coherentes. Es algo inexacto y, como digo, yo soy dejado con las redes. Y sin embargo, como músico, porque vengo de otra generación, voy como un tiro en contratación. Toco diez veces más que muchos artistas que tienen el triple de visitas. Por no decir, en otros parámetros, lo que pueden representar ciertos grupos de versiones que no tienen temas propios e igualmente tienen un éxito significativo en número de conciertos.

¿Cómo surge esta grabación por la que miles de seguidores suyos pondrán por primera vez cara y voz a sus dos hijos?

En el caso de Pablo, que artísticamente es Jassy Ojeda, habrá quien haya podido ya descubrirlo. Pero mi hijo Javier es debutante. La historia que hay detrás de esta canción es muy bonita. El tema ha pugnado por salir, puesto que lo acabé a finales de agosto o principios de septiembre y nada más completarlo llegó Jassy y me lo pidió para incorporarlo a su primer disco. No obstante, poco después, en una comida familiar, hablando de que le gustaba mucho la canción comentamos que el estribillo suena en primera persona del plural y que podría ser bonito cantarlo los tres. Que conste que no tenía previsto lanzar material nuevo al menos hasta principios de 2025, puesto que voy a estar hasta junio inmerso en la gira de despedida de Danza Invisible.

Afronta un asunto de absoluta actualidad como la crisis ante la constante llegada masiva de inmigrantes a España.

Es también curioso que el título de la canción aparecía en un email antiguo, de 2014, que me envió por el escritor Juan Mari Montes. En aquella época no la utilicé y es ahora, después de adaptarlo, cuando me he puesto a trabajar en el texto. Por entonces los inmigrantes llegaban de manera masiva a Tarifa y seguimos ahora sin solucionar el problema, con Canarias como lugar de destino para los cayucos.

Y a unos minutos de volver al local de ensayo con Danza Invisible, ¿cuántas veces le han preguntado ya por los motivos de este punto y final de su icónico grupo?

Es una gira de cierre que está planeada. Era un poco inevitable por circunstancias personales. Se planteó hace ya tiempo y que nadie ponga en duda si hay algún tipo de alejamiento entre nosotros. Seguimos siendo muy amigos y no hay que buscarle tres pies al gato a la separación definitiva. Es cierto que se nos considera de los grupos más longevos nacidos a principios de los ochenta. Pienso que por ejemplo llevan más años que nosotros Los Secretos, pero en nuestro caso y con los paréntesis que hemos tenido seguimos en directo cuatro de los cinco integrantes originales. Y, sinceramente, estamos cogiendo la forma, porque siempre hemos sido muy profesionales, para llegar en condiciones fantásticas a los conciertos de despedida.

Viento de Poniente se arropa en formato EP con otros dos temas, ¿qué podemos decir de los mismos?

Aparece junto a Voluntarios, que parte de un encargo de Cruz Roja con motivo de su 150 aniversario y que narra la odisea real de Carlos y Elisa, dos voluntarios de esta ONG en Málaga. Y también rescato una canción compuesta por Pepe Munuera y que brindé a Lorca tras el terremoto de 2011. Digamos que es un EP benéfico por la temática que reúne a estas tres canciones.

¿Habrá oportunidad de verle en directo junto a sus dos hijos sobre algún escenario?

Creo que cuando toquemos en Málaga con mi proyecto en solitario seguro que sí, porque los dos tienen sus propias obligaciones.

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