Entrevista | Antonio Luque (Sr Chinarro) Músico

«Desde parvulario comprendí que iba más rápido que los demás y que me caían collejas por eso»

El sevillano residente en Málaga desde hace años Antonio Luque (o sea, Sr Chinarro) acaba de lanzar 'Cal Viva', un disco muy político, con canciones sobre la Desbandá y el actual estado de las cosas.

De momento, se puede adquirir sólo desde su página web como toque de atención a esas plataformas de streaming musical que pagan miseria a los creadores que las nutren.

Antonio Luque, en el estudio de grabación.

Antonio Luque, en el estudio de grabación. / Alfonso López

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Al Antonio Luque de aquellos primeros discos, que muchos vieron como crípticos y amigos de las greguerías, ¿qué le parecería que el Antonio Luque de hoy hiciera un disco que, en sus propias palabras, un recuerdo de «los holocaustos y guerras», lo que los seres humanos se hacen «unos a otros», como lo que ocurre en Gaza y podría volver a ocurrir en España? ¿Le llamaría «cantautor»?

Sí, pero más que nada por el pelo encanecido. Me arrepiento de no haberle dado más oportunidades a Moustaki cuando era chaval. No, ahora en serio... No sé, también me gustaba Gainsbourg cuando grabé 'Compito', nuestro segundo disco. Hay que distinguir entre cantautores. Todos sabemos lo que es un cansautor, con s, y creo que a eso no he llegado. No tengo tanto vibrato en la voz.

'Cal viva' está grabado con una banda malagueña, que era la suplente de su grupo catalán. ¿Qué ha encontrado en ellos? Lo digo porque tiene fama de tiquismiquis con sus acompañantes musicales...

Tendré fama de tiquismiquis en Málaga, por ser sevillano. Los músicos malagueños tienen origen cordobés, para empezar, por eso nos hemos entendido mejor. E Isra, el guitarrista, es amigo desde hace 20 años, de Sevilla, aunque nació en Madrid. Yo solo pido profesionalidad, y la pido porque la pago. Para todo lo demás hay dos cosas llamadas buen gusto y medida del tiempo, y son cosas que se tienen o no se tienen. A veces les he pedido peras a algunos olmos por amistad o lo que fuese, y los olmos no dan peras jamás. Esta banda era la suplente de la otra mientras tenía el compromiso con la otra. Mientras Reality show, el disco anterior, era el último, la banda con la que tenía compromiso de titularidad, digamos, era la de Barcelona. Ahora el último disco es 'Cal viva'. Para el siguiente disco los dioses dirán. Espero estar aquí aún.

Una ventaja de tener músicos malagueños es poder grabar a 45 minutos de su casa, ¿verdad?

Total, y ensayar en Gibralfaro [donde reside Luque]. La verdad es que estoy hasta el mismísimo moño de viajar. Si pudiera no pasaría ni de la Malagueta nunca más (sin llegar siquiera a la Malagueta, que me da mal rollo). O sea, Limonar como non plus ultra.

Es usted un testigo de esa supuesta transformación de Málaga en una ciudad de moda. Para un compositor que describe que sus canciones reflejan «una visión del mundo un poco oprimida», supongo que ha de ser una fuente inagotable de inspiración. 

Totalmente, me chifla ver cómo toman el pelo al personal. Es como estar viendo una película de estafadores de años de duración. Me puedo asomar al balcón y ver cómo los del piso turístico de abajo se pegan una semana agotando las existencias del Carrefour Market cogiéndose la papa y el carcinoma en la tumbona de los veinte duros mientras los vecinos de antaño se van con los perros y la marihuana a quién sabe dónde. O los cruceros humeando constantemente como la fábrica de vagos que son. Siempre me acuerdo de la película 'Wall-E'.

En la canción 'El muelle 1' se refiere tangencialmente a algo que me resulta curioso: en la Málaga pre-hype venía a tocar aquí Animal Collective, David Sylvian, Caetano Veloso; en la del hype, las estrellas con Black Eyed Peas. ¿El éxito, estar en la pomada, en las listas de las ciudades en la que se vive mejor, supone precisamente estas cosas?

Por periodistas conocidos sé que aquella época de conciertos magníficos en el Cervantes se debió al trabajo de un par de personas con gusto musical que programaban y acabaron crucificadas en los mentideros de la ciudad, seguramente por el mero hecho de no ser suficientemente rancias. Ahora podemos ver año tras año viniendo a los artistas de siempre, para gusto de los nuevos programadores, quienes sean, me da igual, ya no estoy tan enterado. Me alegra haber vivido aquella época, y ya. Quedo a la espera de Café Quijano o Taburete.

Por cierto, ¿usted cómo vive en Málaga? ¿Es uno de esos encuestados que están encantados de vivir aquí?

A mí me gusta el mar. El mar no es de ninguna ciudad. Al contrario, muchas ciudades acabarán siendo del mar. Más les vale a los cruceros y demás industrias absurdas dejar de contaminar tanto. También me gustan las jarras heladas del 100 montaditos. Me alegra que mi paisano [José María Capitán, fundador de 100 montaditos] trajera esa tecnología punta de enfriar el líquido elemento. No, no bebo tanto, es broma, pero es la única hostelería que salvo, aunque sin pedir montaditos, como digo en la canción.

Es cierto que su música es insular pero también que ningún hombre es una isla. ¿Habría cambiado en algo su música si hubiera seguido residiendo en Sevilla?  

Yo sí soy una isla. Aquí miro al mar como en el adosado de mis padres en el Aljarafe miraba a la dehesa de Tablada y al perfil de la sierra de Grazalema, detrás de la cual no dejaba de adivinar el mar. Escapaba a alguna playa cada vez que era posible, y desde niño pasé un tercio de cada año en la playa de Valdelagrana. Observo a la gente un rato de cerca y luego compongo mirando a la lejanía. Malagueños y sevillanos se parecen mucho más de lo que creen. Aquí son algo menos cuidadosos con lo suyo, creo que es la principal diferencia, y tampoco es abismal. Un par de décadas de retraso en ese aspecto solo. Creo que eso lo da el ambiente portuario. Pasa igual en Algeciras o Valencia o Barcelona, aunque subiendo se note ya la latitud y el nivel de renta.

Con canciones como 'Carlos Haya' y las entrevistas en las que recuerda que Francisco de la Torre tiene fotos con Franco no parece muy probable que le contraten en festivales musicales sufragados con las arcas municipales, ¿verdad? 

Ventajas que tiene haber comprendido que esos festivales son ya solamente un complemento de Ryanair, aerolínea que también recibe ayudas para traernos alcohólicos a paladas. Son espacios de ocio parecidos a cubiertas de cruceros con forma de secarral, o a Starlites para pobres con ínfulas. De todos modos creo que el señor De La Torre tiene cosas mejores que hacer que intentar fastidiarme a mí. Tampoco creo que le gustara que hubiese una dictadura ahora. Él está bien como está, y yo también. Me preocupa más que no haya hospitales públicos cuando tenga yo su edad, si es que llego, que lo dudo. Me gusta más el centro de salud del Limonar que el Parque San Antonio. Mil millones de veces más.

Malagueños y sevillanos se parecen mucho más de lo que creen. Aquí son algo menos cuidadosos con lo suyo, es la gran diferencia»

Se ha plantado ante las plataformas digitales y 'Cal viva' está disponible en formato físico (vinilo) a través de su propia web. ¿Es un gesto, una llamada de atención ante las políticas de explotación de las plataformas o simplemente un paso más en la consecución de la independencia en la distribución de su música?

Vamos a subir el disco a plataformas. Solo queríamos abrir el debate y dar prioridad a la gente que compra el vinilo. Pero por otra parte hay mucha gente sin plato para escuchar elepés, y yo mismo escucho la música con el móvil y el Bluetooth. Simplemente hay que pedir remuneraciones más justas, aunque es para nada. Ni siquiera los taxistas, que no se cortan protestando, han conseguido frenar a los amiguetes que se van quedando con el negocio. El capitalismo de amiguetes es el que es, y desde que vendieron Telefónica a un compañero de colegio esto ha sido un no parar.

Antes le llamé «tirano» y, no se lo tome a mal, ahora le llamo «cascarrabias». Tiene esa fama, casi de Scrooge, de individuo en permanente descontento. Aunque intuyo que puede haber algo de disfraz, de cierta pose cultivada, algo de mystique... ¿Me equivoco? 

¿Me has llamado «tirano»? Tendrás noticias mías. No, no pasa nada, me da igual. Me gustaría tener más paciencia para explicar ciertas cosas, pero es que el personal no se entera, no hay nada que pueda hacer. Lo que no voy a hacer es sonreír como un idiota, sin razón. Desde parvulario comprendí que iba más rápido que los demás y que me caían collejas por eso. Así que he tratado de aislarme como buenamente he podido. Y hago canciones porque me encanta la música, no hay más. Afortunadamente no he tenido que ganarme el pan engañando al personal, como mandan los cánones del comercio. Me siento afortunado por ello y sonrío por dentro, o con la gente que aprecio y me comprende, a la que suelo llegar gracias a Sr. Chinarro.

Viendo 'Segundo premio', la película de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez sobre la génesis de 'Una semana en el motor de un autobús' (Los Planetas), me dio por pensar: ¿Cómo sería una película sobre la creación de un disco de Chinarro?

Pues parecida. Bueno, según el disco. Te garantizo que la grabación de nuestro primer disco en Nueva York tendría una película interesante. Por cierto, que no veo que nadie llame «tirano» a mi amigo Jota por la vehemencia que muestra su personaje en la película para conseguir sus objetivos. Me gusta la peli porque se ve que hacer un disco no es fácil en absoluto. No se pueden hacer 18 discos haciendo solo como que sois cuatro colegas que beben y se ríen en El Muro o el Drunkorama (en El Berlín o en Los Carriles si hablamos de la Sevilla de los 90).

Afortunadamente no he tenido que ganarme el pan engañando al personal, como mandan los cánones del comercio»

¿Qué música de la que se está haciendo ahora mismo en España es la que le interesa?

Ninguna. El 'Plena pausa' de Jota quizá. Lo vi en directo y me gustó. Me lo debe, el otro día le di un Cal viva. No es porque me crea mejor que los demás, pero prefiero aislarme de la música en castellano, porque se me quedan rimas y cosas y luego no quiero sentir que les he copiado algo. Al maestro Jota ya sé lo que le pillo y lo que no.

Tiene 54 años, empezó en esto con una primera maqueta en 1991, o sea, a los 21 años. ¿Qué cree que haría ahora, en este momento, si tuviera 21 años?

Tengo 53... Me iría a vivir a Canadá. Mi amigo Béjar tenía un primo allí.

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