La edición número 50 de la Travesía a nado por el Puerto de Málaga se celebró ayer con algo más de 600 participantes, que recorrieron 1.000 metros teniendo como testigo a la jábega ´Maria Juliana´, que el sábado se proclamó campeona de la última regata celebrada.

Entre las novedades de este año, se encuentra una variación en el recorrido habitual. Los nadadores partieron desde el dique adosado de levante y completaron un trayecto con forma triangular. Asimismo otra modificación en la travesía de este año fueron los toboganes de plástico a través de los cuales los participantes pudieron tirarse al agua.

Los primeros en llegar al dique fueron, respectivamente, Borja Casquero (Club Mediterráneo) y Andrés Perales (Club Almería). Ambos protagonizaron una llegada intensa y muy ajustada. El malagueño Casquero, campeón absoluto masculino, terminó su travesía marcando 14:59. Con su victoria consiguió cumplir aquella máxima que dice que ´a la tercera va la vencida´, ya que con la de ayer eran tres intentonas en la Travesía.

La primera mujer en cruzar la meta fue Patricia Ramos Perejil,que se proclamó campeona absoluta femenina en algo más de dieciocho minutos: 18:33.

Ataviado con un bañador negro y luciendo el dorsal número uno en su brazo, el alcalde Francisco de la Torre participó un año más en esta competición. Y ya van quince. Cerca de 34 minutos empleó el regidor municipal para terminar la prueba y cumplir con ello su objetivo principal. "Se me ha hecho más largo que otros años. Para mi participación del año que viene intentaré tener unas gafas mejores", bromeaba De la Torre.

En la mañana de ayer se dieron varias anécdotas. Laura Mendoza, con nueve años de edad, completó los 1.000 metros acompañada por su padre, que se mostraba orgulloso con su hija. Lázaro Ruiz, con 60 años y un brazo amputado, realizó la gesta por tercer año. A su llegada al dique, el malagueño comentaba: "No me ha costado, mientras pueda seguiré participando". Las medusas también hicieron su aparición en la Travesía pese a las lociones protectoras que los nadadores se untaron.