8M, Día de la Mujer

8M en Málaga: Deporte con ‘M’ de mujer

Algunas de las mejores deportistas malagueñas de la actualidad nos cuentan cómo ha sido su camino en el mundo del fútbol, balonmano, baloncesto o natación Todas coinciden en que todavía falta mucho recorrido para la igualdad real hombre-mujer

María Torres, Eva González y Paula Ruiz.

María Torres, Eva González y Paula Ruiz. / L. O.

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Hacerse un hueco en el mundo del deporte es mucho más complicado para una mujer que para cualquier compañero varón. Es triste que siga siendo así en pleno 2022, pero la historia así lo ha ido demostrando. Menos inversión, menos atención mediática, más trabas para llegar a la profesionalización... Si bien es cierto que en estos últimos años se han dado importantísimos pasos hacia delante, queda mucho recorrido porque la igualdad entre hombres y mujeres se haga efectiva en el deporte.

Málaga es una ciudad muy ligada al deporte. Pese a las adversidades, baloncesto, balonmano, fútbol o deportes individuales como natación o kárate cuentan con representantes costasoleñas en la elite. Con motivo del 8M, en La Opinión de Málaga nos citamos con Sole López, María Torres, Ruth Acedo, Paula Ruiz, Eva González y Sofía Arcos, ejemplos y referentes como mujeres y como deportistas. Hablamos con ellas sobre sus inicios, cómo fue hacerse hueco en un entorno masculinizado y cómo viven el progreso que está experimentado el deporte femenino. Aunque, sin duda, la pregunta más complicada de responder es: ¿cuándo llegará la igualdad real?

Quizá el fútbol, además de ser el deporte más seguido, es el más masculinizado y donde la diferencia entre hombres y mujeres más se acentúa. Ruth Acedo, capitana del Málaga CF Femenino, se siente una afortunada por practicar el deporte que le apasiona y asegura «haber cumplido un sueño» jugando con el Málaga en Primera, aunque también haya vivido dos descensos. Otra suerte es que, incluso en equipos mixtos, siempre ha sentido que la han tratado «como a una más». En cambio, cree que para esa igualdad real queda «mucho camino por delante, no solo en el deporte sino en la sociedad. Apunta que todo va por buen camino, pero también aprovecha la ocasión para mandar «todo mi apoyo y animar a todas las chicas que le gustan el fútbol a que luchen y peleen porque todos es posible».

Y si hablamos de fútbol sala, Eva González del Atlético Torcal es la malagueña más destacada. La resiliencia es una máxima en las jóvenes deportistas y tienden a quedarse siempre con los bueno. «Valoro de manera muy positiva todas las oportunidades que me han dado, tanto en mi club, Atlético Torcal, como en las distintas selecciones». Y aunque asegura no haber sentido en primera persona discriminación por ser mujer y dedicarse al fútbol sala, sabe a la perfección que sufre una destacada brecha salarial. «Ahora mismo juego en Primera y la diferencia (referida al sueldo) entre hombre y mujeres es muy notable y ojalá en un futuro no muy lejano, eso cambie».

El balonmano en nuestra provincia vive un momento de dulce y en esa vorágine de éxito está Sole López, capitana del Balonmano Málaga Costa del Sol e integrante de las «Guerreras» de la selección nacional. Ella echa la vista atrás y se da cuenta de lo mucho conseguido en estos años. «El deporte femenino se está imponiendo, se ha mejorado muchísimo y vamos en el camino adecuado pero queda mucho por trabajar para lograr la visibilidad que tiene el deporte masculino». Sole López sabe que, también en balonmano, «ellos tienen mejores condiciones de trabajo», algo inadmisible, y hace hincapié en que a lo largo de su carrera ha encontrado «mucha diferencia en cuanto a visibilidad».

Reportaje deportistas malagueñas por el 8M

Ruth Acedo, Sole López y Sofía Arcos. / L. O.

Sofía Arcos juega en el Unicaja Femenino y, pese a su juventud, acumula 12 años jugando al básket. Como la mayoría de sus compañeras, remarca la suerte de poder jugar en el mejor equipo de la ciudad a un gran nivel, pero no esconde que no ha sido fácil llegar hasta ahí. «Hay mucho sacrificio y trabajo detrás, tanto de mis padres como mío pero si me paro a pensar ha merecido y merece mucho la pena». Todos los pasos que ha dado, las competiciones que ha disputado y las personas que ha conocido la han ayudado «a ser quién soy tanto dentro como fuera de la pista».

Ella tiene muy claro que el camino de las mujeres en el deporte es mucho más complicado. En su caso personal, «antes de que se creara la cantera femenina de Unicaja, para mí era muy complicado imaginarme jugando en una liga profesional». Ahora, gracias a los avances, puede disfrutar de ello.

También le supone «una alegría» comprobar que el apoyo social e institucional al deporte femenino va creciendo. En cambio, valora que «todavía quedan muchas cosas que cambiar y que mejorar para una igualdad real. Se siguen viendo muchas situaciones de injusticia o en las que no se tienen las mismas condiciones en los deportes femeninos que masculinos, pero todo esto se conseguirá», afirma con positividad.

Paula Ruiz, la nadadora malagueña por excelencia, lo ha dado todo en cada competición y la única ‘espinita’ es la de no haber mejorado los tiempos en los pasados Juegos Olímpicos, pero estar allí ya fue todo un orgullo.

Y sí, ella también ha notado el machismo en el deporte. «En gestos y detalles se nota», comenta. El gran ejemplo para ella es que la máxima representante de la natación en España y a nivel internacional es una mujer, Mireia Belmonte, y parece no ser suficiente. «También Jessica Vall o Marian García han conseguido grandes cosas pero salen más los chicos.

Son muchas más las deportistas malagueñas exitosas que intentan superar trabas y ocupar el puesto que, por méritos propios merecen. Ahí están la karateca y campeona mundial María Torres, la nadadora Carlota Torrontegui o Natalia de Miguel y su remo olímpico, estas tres últimas becadas hace solo unas semanas por el Ayuntamiento.

El camino que iniciaron antes Teresa Zhabell, María Peláez, Alhambra Nievas, Dana Cervantes, Carmen Herrera o Duane da Rocha, entre otras, sigue y seguirá avanzando. Ojalá que hacia una igualdad que sea absoluta.

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