Entrevista | Carlos Carrera Presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga

«El Centro de Málaga está en permanente estado de amenaza»

Con el responsable vecinal del Centro, La Opinión de Málaga inicia una serie de entrevistas a presidentes de asociaciones de vecinos de los 11 distritos, durante las elecciones municipales. A todos se les formulan las mismas ocho preguntas. Carlos Carrera pide al candidato que gane las elecciones «humanidad y empatía» con los vecinos del Centro, que soportan en primera línea la presión del éxito turístico de Málaga

Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga, en abril de 2021.

Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga, en abril de 2021. / Evelyn Herrera

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

¿Cómo ve el estado general de los barrios de Málaga?

Depende de cada barrio, unos están peor que otros. Destacaría la desigualdad entre barrios y dentro de un mismo barrio, entre sus distintas zonas. Hay barrios muy bien equipados y dotados de servicios, con unas condiciones de vida agradables y cruzas la calle y entras en otro mundo vecinal muy diferente, lleno de carencias, marginalidad, insalubridad, suciedad o escasez de recursos. Queda mucho trabajo por hacer. 

¿Considera que la ciudad de Málaga ha mejorado en estos últimos años?

Naturalmente que ha habido una transformación de la ciudad muy favorable en muchos aspectos. Sólo faltaba que retrocediéramos, pero las preguntas que hay que hacerse son: ¿viven mejor los malagueños? ¿han mejorado las condiciones de vida de la mayoría? Tengo la impresión, a veces, de que el brillo resplandeciente de la ciudad de moda tiene un efecto cegador que impide ver otras realidades. Casi la mitad de los malagueños tiene un salario que escasamente ronda los mil euros. El acceso a la vivienda está cada vez más complicado. Se está expulsando a vecinos de sus barrios por diferentes motivos. ¿Puede la Málaga del siglo XXI permitirse una zona como Los Asperones? Y cuando la ciudad de moda pase de moda, ¿qué sucederá entonces? Merecemos y podemos aspirar a ser algo más sólido que una moda pasajera. 

¿Hay suficiente participación ciudadana?

Hay un reducido sector de la sociedad civil, algo disperso, pero con mucho músculo, muy activo, valiente y sólido. A veces, entre la bruma de apatía general, se pueden ver los fogonazos de los cañones del galeón, con la bandera izada bien alta, dispuesto a presentar batalla con bravura y ves que un barrio se alza en defensa de un bosque, que unos vecinos se lanzan a un combate judicial contra el ruido para defender su derecho al descanso, o lees un artículo de prensa lúcido que te hace mantener la esperanza. Cuando esto sucede, es muy reconfortante e ilusionante. Por otro lado, lo que institucionalmente se llama participación ciudadana, suele ser una tomadura de pelo monumental. Un simulacro participativo donde se marea a unos vecinos con mesas y reuniones de trabajo, que en el mejor de los casos no conducen a nada o en las que simplemente se aceptan algunas sugerencias vecinales de segundo orden, algo cosmético y superficial.

¿Cómo se encuentra el Centro Histórico

En permanente estado de amenaza. Para empezar, tenemos un problema medioambiental y de salud pública de primer orden: el ruido derivado de las actividades de hostelería. El Ayuntamiento ha sido condenado en una sentencia demoledora, histórica y que ya es firme, por haber provocado con su inactividad frente al ruido la vulneración de los derechos constitucionales de los vecinos denunciantes de la Plaza Mitjana. Cerca de un centenar de calles están bajo la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas. Y la situación no mejora, porque el ruido persiste. Y el ruido persiste porque no se adoptan las medidas eficaces y necesarias para eliminarlo o reducirlo de manera drástica. Las mal llamadas viviendas con fines turísticos han proliferado en los últimos años como champiñones, con el enorme problema para la convivencia vecinal que suponen, por no hablar de los efectos perjudiciales que tienen sobre el acceso a la vivienda. La ocupación de la vía pública por terrazas de hostelería es demencial en muchas calles. Lo ya autorizado es excesivo y a eso se añade un incumplimiento hostelero sistemático, continuado y mayoritario, lo que supone ruidos, dificultad de acceso de vehículos de emergencia y por tanto exposición de los vecinos a un riesgo innecesario en caso de precisar atención médica urgente o actuación de bomberos. Málaga se ha consolidado como destino del turismo de borrachera, el llamado ya ‘Malagaluf.’ Una de sus variantes, las despedidas de soltero incívicas azotan el barrio por oleadas de tanto en tanto. Pues bien, no sólo no desaparecen, sino que el azote continúa año tras año. Y encima los vecinos se ven obligados a denunciar continuamente estos abusos exponiéndose a represalias de todo tipo procedentes del sector hostelero en forma de intimidaciones, coacciones, amenazas, insultos y agresiones verbales o físicas. La lista es larga. Recientemente un miembro conocido y querido de nuestra asociación, elegido como secretario en la asamblea de 2021, ha presentado su renuncia a continuar en el cargo por no poder ya asumir este tipo de coacciones en el ejercicio de sus funciones. Si alguien piensa que una asociación con treinta años de historia defendiendo los derechos vecinales, se va a dejar intimidar por unas cobardes amenazas, que abandone toda esperanza. 

¿Cómo trabaja el distrito?

De lo expuesto en la pregunta anterior podría deducirse la respuesta a esta pregunta. Las relaciones con funcionarios y empleados públicos, así como con sus responsables municipales son cordiales. La asociación mantiene reuniones con el distrito y participa en actividades. Pero evidentemente, dada la naturaleza de los problemas del barrio, el margen de mejora en las actuaciones del distrito en el barrio Centro Histórico es notorio. El distrito tiene mucho por hacer para resolver los problemas de los vecinos, por decirlo de manera elegante y educada.

¿Qué mejoras destacaría de esta última legislatura?

La llegada del metro a la Alameda. Y aunque es prematuro, tal vez las actuaciones de calle Carretería, si no acaba convertida en un bulevar lleno de terrazas, podrían ser positivas.

¿Qué equipamientos o mejoras faltan por llegar al Centro?

El mejor avance que podría llegar al Centro es el cambio de mentalidad de quienes nos gobiernan. Con que se entendiera algo tan sencillo como que el Centro Histórico es un barrio más de la ciudad, con cerca de 4.500 vecinos, el quinto o sexto más poblado de todo el Distrito Centro y no un circo, ni un polígono temático, todo lo demás vendría dado por añadidura. No hay equipamiento mejor que ese.

¿Qué le pediría al candidato que ganara las elecciones?

 Que tome conciencia de que el Centro Histórico es un barrio más, con sus singularidades, pero un barrio más, habitado por vecinos desde la fundación de la ciudad hace más de dos mil años, con un ecosistema muy diverso. Que ponga su inteligencia, imaginación y capacidad al servicio de quienes habitan el barrio y que sea muy consciente de que el principal activo que tiene la ciudad y el barrio Centro Histórico es el patrimonio humano, los vecinos y vecinas que viven en él. Que los comprendan y muestren humanidad y empatía con el sufrimiento que padecen.

Suscríbete para seguir leyendo